El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha recalcado que "Europa no puede ser una fortaleza" frente a la inmigración porque cuando la economía "despunte" va a necesitar de nuevo trabajadores.

Además, ha considerado que ese mensaje "no arregla el problema" de la inmigración ilegal, sino que por el contrario, lo que hace es "crispar", y frente a ello ha abogado por la cooperación internacional con los países de origen para trabajar sobre la inmigración legal.

El portavoz del Gobierno se ha expresado así en Santander en respuesta a las preguntas que le han planteado tras pronunciar la lección inaugural del Congreso Nacional de la Empresa Familiar.

Pérez Rubalcaba ha lamentado que en el debate abierto actualmente en Europa en torno a la inmigración ilegal hay un "trasfondo muy negativo" y parece que la UE recibe a los inmigrantes para crecer, pero no los quiere ahora que decrece.

"Esto califica por sí solas algunas actitudes", ha señalado el ministro, quien opina que la inmigración ilegal y la legal son "dos caras de una misma moneda" y ha apostado claramente por la política de inmigración legal para atajar el problema, además de la "impermeabilización" de las fronteras, como ha hecho España.

En su opinión, hay formas de que los inmigrantes lleguen legalmente. La solución pasa por el desarrollo en los países de origen y, en tanto se alcanza ese objetivo, la cooperación internacional con esos estados para favorecer una inmigración ordenada.

"Se lucha contra la inmigración ilegal aquí, pero también en Senegal, en Marruecos, en Níger...", ha sentenciado el ministro, quien aboga por explicar a esos países que la inmigración "tiene que ver con la capacidad de trabajo".