El 9 de enero retomaban las clases como el resto de universitarios los alumnos de Bellas Artes. Sin embargo, la vuelta al curso lectivo para los más jóvenes de la titulación no se ha podido desarrollar todo lo bien que hubieran esperado. Por falta de espacio en Laraña, la nueva ubicación de la calle Gonzalo de Bilbao que les ha tocado ha traído problemas a  profesores y alumnos.En el traslado, algunas estatuas han sufrido deterioro y se ha perdido material. Los estudiantes aseguran que se encuentran «aislados, sin referencia alguna de cursos superiores», y no cuentan ni con una biblioteca. Tampoco «la tenemos fácil para consultas académicas»: la secretaría del centro se mantiene en la vieja escuela. Todo esto y la ausencia de cafetería, hacen al anexo «menos apacible», que no será por el frío, ya que la calefacción no se controla desde allí y funciona continuamente.