Nos quedamos con su cara cuando hizo de analista informático en '24'. Ahora, Eric Balfour regresa a la tele como Duke Crocker, uno de los extraños habitantes de Haven.

¿Ahora hace de chico malo?

Desde luego (risas). Duke juega fuera de la ley y no se adapta a nada. A la audiencia le gustan los personajes que son un poco inadaptados.

En España tuvimos también un Duque (Miguel Ángel Silvestre) que vivía asediado por las fans. ¿Teme que le pueda pasar lo mismo?

Todavía no, pero estoy esperando pacientemente (risas). Los dos Duques podrían salir de marcha, así igual me da algún consejillo…

En un episodio le vemos envejecer aceleradamente. ¿Cuántas horas pasó en maquillaje?

Tardaron casi cinco horas en dejarme listo. Fue una experiencia genial porque era la primera vez que trabajaba con tantas prótesis en la cara.

¿Qué le parece la fama?

No tiene nada de malo. Si por la calle me piden una foto o un autógrafo, me paro y ya está. Me supone un pequeño sacrificio: gracias a mi trabajo puedo, por ejemplo, viajar para promocionar una serie.

¿Cómo compatibiliza su trabajo de cantante con el de actor?

Cuando trabajas en dos cosas a la vez siempre hay una que sufre un poco… y en mi caso le ha tocado al grupo (Born As Ghosts). Ahora estoy centrando en Haven, pero la música fue mi primer amor y siempre formará parte de mi vida.