La agente Audrey Parker (Emily Rose) va al pueblo de Haven para investigar un asesinato. Pronto descubrirá que el misterio de este lugar no es tan insignificante como sus habitantes le hacen creer.

¿Cómo ha sido rodar en pueblos pequeños?

Complicado. Llegas de Los Ángeles y te encuentras en un sitio que sólo tiene una calle con un restaurante que cierra a las nueve de la noche.

¿Veremos a Audrey enfrentarse a fuerzas sobrenaturales?

En el piloto, por ejemplo, lucho contra una gran tormenta y para recrearlo me lanzaron montañas de suciedad. ¡No sabía cómo hacerlo! Los actores deberíamos tener un aula en la que ensayar todos esos cambios climáticos (risas).

Llevaba tiempo buscando un personaje de acción, ¿no?

Sí, el productor se reía cuando le suplicaba que Audrey saltara encima de un coche… no era necesario, pero quería hacerlo. También manejé un arma: tengo bastante puntería y el pulso no me tiembla.

¿Habrá tensión sexual?

Por supuesto (risas), pero la intención no es convertir a Haven en un culebrón. Son muy divertidas las escenas en las que aparezco con Nathan y Duke por cómo me comporto con uno y otro.

En la tele abundan los personajes femeninos fuertes, ¿qué le parece?

Espero que no sea una moda pasajera, pero es curioso que sólo se den en la tele y no en la gran pantalla. El problema del cine es que hay que condensarlo todo, mientras que en la tele los personajes tienen tiempo para crecer.

En Haven también hay un guiño a Star Wars.

Se homenajea a Leia, Han Solo y Luke Skywalker a través de nuestros personajes. Los verdaderos fans de la ciencia ficción van a encontrar algo que les guste en la serie.

¿Qué le ha parecido España?

Es la primera vez que venía, y la arquitectura de Madrid me ha sorprendido. ¡La comida está riquísima!