Google acepta la censura para poder entrar en China

Los internautas de este país tendrán un acceso limitado al mayor buscador de la Red, ajustándose así a la política represiva que impone el régimen.
Una de cal y otra de arena. Una de imagen y otra de puro negocio.

Google, el buscador líder en Internet, ha aceptado la censura del Gobierno chino y ha aceptado entrar en el lucrativo negocio del gigante asiático bajo sus severas reglas; es decir, aceptando la censura del juego de las palabras prohibidas en el motor de su buscador en la Red.

Si la semana pasada Google se negó a facilitar su base de datos al Gobierno de los Estados Unidos con los registros de las búsquedas de sus usuarios, ayer mostró una cara más sumisa con los intereses del Gobierno chino. Palabras como libertad, manifestación, democracia, Dalai Lama o Falung Gong (nombre de un movimiento espiritual) no aparecerán, entre muchas otras, en el nuevo www.google.cn. Además, excluye correos y webs o bitácoras personales (blogs).

La empresa estadounidense afirmó que sólo «cumple con las leyes del país», como ya hicieran Yahoo! y Microsoft al cruzar la Gran Muralla, lo que no les ha evitado críticas.

Negocio floreciente

China es actualmente el mercado de Internet más floreciente, ya que cuenta con 111 millones de navegantes. Por ello, la política del buscador en relación a China no es nueva. El año pasado, su servicio Google News ya no ofrecía las webs contrarias al régimen.

La respuesta de ONG y de usuarios ha sido unánime. «Hipócritas» y demás lindezas aparecen en los blogs. Para Reporteros Sin Fronteras, el lanzamiento de Google es «un día negro para la libertad de expresión».

Esta noticia tampoco podría leerse ni escribirse en un blog chino: «Este mensaje contiene muchas expresiones prohibidas, por favor, suprímalas», leeríamos.

- Microsoft cede parte del código fuente. La empresa ha accedido finalmente, después de las presiones de la UE, que lo acusaba de monopolio, a ofrecer parte del código fuente del sistema operativo de sus servidores.

La Red más vigilada

Una ley aprobada en marzo de 2005 obliga a todas las páginas web con sede en China a registrarse bajo pena de ser cerradas. Buscar en Google la palabra Dalai Lama, con 5.110.000 de posibilidades de entrada, es imposible en ese país. Se persigue a los ciberdisidentes y se cierran cibercafés a miles (las autoridades cerraron en 2001 más de 17.000).

Reporteros Sin Fronteras denuncia el encarcelamiento de hasta 62 internautas. Hasta la fecha de la matanza de Tiananmen (4 de junio), con 11.400.000 entradas en España, está proscrita.

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