La antena se queda vieja

¿Quién paga?: La adaptación o el cambio de las instalaciones de recepción de televisión son uno de los focos de conflicto más habituales en las comunidades de vecinos. Con la llegada de la TDT, habrá que subir de nuevo al tejado.
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Luis Frutos
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La posibilidad de instalar antenas en los edificios suele ser tradicionalmente un motivo de discusión entre vecinos. A esas tensiones se suma ahora la llegada hace unos meses de la televisión digital terrestre (TDT), una nueva realidad que requiere modificaciones y que puede traer más de un quebradero de cabeza a las comunidades de vecinos.La nueva Ley de Impulso de la TDT ya obliga a los edificios que se construyen desde el pasado 14 de junio a contar con una antena que permita la captación de este nuevo servicio. Para el resto –todas las comunidades de propietarios de nuestro país–, el problema es más bien una cuestión de perspectiva.

Una ley ambigua

Dado que la nueva ley no lo especifica, los vecinos deberán determinar por mayoría simple la naturaleza de las obras de instalación. Así, pueden considerar que son «necesarias para la habitabilidad del inmueble» y, por tanto, de pago obligado por todos los vecinos. También puede considerarse una «simple mejora», en cuyo caso el coste lo deben asumir aquellos que deseen la adaptación de la antena y, posteriormente, los que se vayan sumando a ellos.

Un procedimiento parecido a éste es el que sigue la instalación de antenas individuales (sencillas o parabólicas). En este caso, cada vecino necesitará el apoyo de un tercio de los propietarios para tener su propia instalación. Si el número de antenas es más de un tercio del de viviendas, la ley obliga a que la instalación sea colectiva y pase a formar parte de las infraestructuras comunes. Esto también ocurre si el ayuntamiento considera que el arbolado de antenas es antiestético.

«La adaptación a la TDT es necesaria y debe ser pagada por todos», recomienda Jesús Flores, adjunto a la secretaría técnica del Colegio de Administradores de Fincas. «Plantearlo como una mejora, cuando en cuatro años habrá apagón analógico [en 2010 todas las televisiones emitirán en formato digital], sólo da pie al enfrentamiento entre vecinos».

Prohibidas en la fachada

La ordenanza municipal de 30 de noviembre de 1999 del Ayuntamiento de Madrid prohíbe de forma expresa la instalación de antenas en las fachadas de los edificios destinados a viviendas. Sólo se admitirán los repetidores de señales de telefonía o radiotelevisión, que deberán obtener una licencia tras la presentación del correspondiente estudio de calificación ambiental. Esta ordenanza fija para los propietarios que instalen antenas sin licencia unas sanciones que contemplan el pago del 10 al 20% del valor de la instalación.

Garantías frente a las empresas instaladoras

Según datos de la Federación Nacional de Instaladores de Telecomunicaciones (Fenitel), una media de un millar de comunidades de vecinos están adaptando actualmente cada día su instalación de antena colectiva para poder recibir las señales de la nueva TDT en sus viviendas. Al coste medio aproximado de 50 euros por hogar hay que añadir el precio del decodificador, en torno a los 80 euros. Un gasto considerable como para arriesgarlo con empresas poco serias. Fenitel recomienda a los usuarios que exijan que los instaladores estén homologados y registrados en el Ministerio de Industria y que la factura vaya acompañada de un boletín donde se verifiquen los requisitos técnicos de la instalación.

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