Mariscal narra con dibujos una historia de amor entre Nueva York y La Habana de los 50 en el filme Chico y Rita

El diseñador valenciano Javier Mariscal ha comentado que su película de animación para adultos 'Chico y Rita', que ha dirigido junto con Fernando Trueba y Tono Errando, es una "historia de amor" entre un pianista y una cantante, "pero también entre La Habana y Nueva York" en el marco de la Revolución Cubana, justo en un momento en el que "los ritmos cubanos coparon las salas de fiestas de Estados Unidos".

Mariscal ha hecho estas declaraciones a Europa Press este lunes antes de pronunciar en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) con motivo de la Mostra de Valencia una clase magistral sobre la película 'Chico y Rita', que se estrenará en España el próximo 3 de diciembre.

El artista valenciano ha destacado la colaboración en la banda sonora del pianista cubano Bebo Valdés y ha explicado que para hacer los dibujos se ha inspirado "en bailarines de esa época, en recorrer La Habana y hacer fotos y dibujos, hablar con Bebo y otros, y preguntarles cómo era la gente de La Habana y Nueva York".

Según ha comentado, la intención era conocer en qué tipo de clubes se reunían y tocaban y de qué manera lo hacían; y con todos esos datos "reflejar todo ese mundo, ahí dentro, en los dibujos". De esta forma, ha agregado, se llega apreciar esa atmósfera y nace "algo muy bello, un espectáculo para ver en una gran pantalla". CUBA,

"cada vez peor"

Preguntado sobre la situación de Cuba, Javier Mariscal ha manifestado que, comparado con la última vez que la visitó, ahora "hay más casas que se han caído y hay menos casas que están en pie". A su juicio, "los hermanos Castro son un desastre como gestores", lo que ha provocado que la isla caribeña "cada vez esté peor".

No obstante, se ha mostrado optimista sobre el futuro del país "si se hace un poquito de reforma", porque allí "siempre es fantástico". En su opinión, la capital cubana "es muy parecida a la Malvarrosa pero con gente que todavía cree mucho en el futuro", porque la población es "muy simpática e imaginativa".

El dibujante ha confiado en que se lleve a cabo "un buen cambio" que permita a la gente ejercer "un socialismo en el que puedan vender sus tomates o tener una peluquería" y en el que exista "más sociedad civil para que no dependan todos del Estado, porque eso no funciona", ha remarcado. En definitiva, "un poquito más de iniciativa privada sin caer en la mierda del capitalismo", ha subrayado.