Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Catalunya (JARC-COAG) ha calificado este miércoles de "imprescindible" y "positivo y necesario" el relevo de la hasta ahora ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM), Elena Espinosa, por Rosa Aguilar.

"Con Elena Espinosa se habían agotado todas las vías para encontrar una salida eficaz en la crisis del sector agrario", ha asegurado la organización en un comunicado. Para JARC, el cambio era "absolutamente imprescindible".

JARC ha argumentado en su valoración que con la ministra Espinosa se habían agotado todas las vías para encontrar una salida eficaz en la crisis que atraviesa el sector agrario, que desde 2006 acumula una pérdida de renta por encima del 25%.

Desde esta organización se da la bienvenida a Rosa Aguilar y se señalan como principales retos la inminente reforma de la Política Agraria Común (PAC) y la reactivación del proceso de negociaciones sobre el Plan de Choque comprometido por el presidente del Gobierno después de la reunión con el sector en La Moncloa.

A nivel comunitario, JARC ha recordado que hay que apostar por una nueva PAC fuerte y sólida, que reconozca el carácter estratégico del sector agrario como base de la alimentación de los 500 millones de ciudadanos europeos, y esté fundamentada en el modelo social y familiar de agricultura y la soberanía alimentaria.

Para lograrlo, la organización ha considerado que será necesario recuperar los mecanismos de regulación de mercado, reforzar el control en la frontera y apostar por la preferencia comunitaria para evitar la dependencia del exterior y abogar por un reparto más justo y social de las ayudas, priorizando los apoyos a los agricultores y ganaderos profesionales, a la actividad agraria y la ocupación.

En clave estatal, JARC ha considerado que hace falta retomar las negociaciones con el sector para abordar cuestiones tan importantes como los desequilibrios de la cadena agroalimentaria.

Desde su punto de vista, se tienen que buscar las soluciones más adecuadas para que agricultores y ganaderos puedan negociar precios en condiciones de igualdad con el resto de los eslabones de la cadena agroalimentaria y de este modo todos puedan participar del valor de los productos agrarios, manteniendo unos márgenes comerciales razonables y unos niveles de renta sostenibles.