Un amigo de los dos detenidos por el crimen de un sacerdote relató los hechos a la Policía

Un amigo de los dos jóvenes detenidos como presuntos autores de la muerte de un sacerdote en la capital hispalense fue el que confesó a la Policía los hechos, que habrían tenido lugar el pasado día 6 de octubre en la vivienda de la víctima, que ejercía de capellán ocasionalmente en la Real Iglesia de San Antonio Abad de la calle Alfonso XII de la capital, sede de la Hermandad de El Silencio.

Un amigo de los dos jóvenes detenidos como presuntos autores de la muerte de un sacerdote en la capital hispalense fue el que confesó a la Policía los hechos, que habrían tenido lugar el pasado día 6 de octubre en la vivienda de la víctima, que ejercía de capellán ocasionalmente en la Real Iglesia de San Antonio Abad de la calle Alfonso XII de la capital, sede de la Hermandad de El Silencio.

En este sentido, fuentes del caso han informado a Europa Press que, tras dar muerte por asfixia al sacerdote, identificado como Ernesto Muñoz y de 65 años de edad, los dos jóvenes relataron los hechos a un amigo residente en la provincia de Guadalajara, que fue quien narró el crimen a la Policía, tras lo que se inició una investigación que culminó el pasado jueves con la detención de ambos.

De este modo, y según ha adelantado este lunes la cadena 'Ser', los dos jóvenes residían en la vivienda del sacerdote, ubicada en la calle Jesús del Gran Poder de la capital hispalense, y fue ahí donde el fallecido habría propuesto mantener relaciones sexuales a uno de los dos detenidos, a lo que éste se negó, lo que llevó al religioso a amenazarlos con echarlos de la vivienda.

Por este motivo, ambos planearon simular que accedían a mantener relaciones sexuales con él, momento en el que lo asfixiaron hasta darle muerte, unos hechos por los que el Juzgado de Instrucción número 2 de Sevilla ha decretado el ingreso en prisión de ambos por los presuntos delitos de homicidio y robo.

El arzobispo deplora el crimen

En este sentido, el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, ha deplorado el hecho y las circunstancias del fallecimiento del cura Eduardo, al tiempo que ha invitado a los cristianos a seguir "ayudando y estimando" a los sacerdotes. En una carta, el Arzobispo ha expresado su "gran dolor", ha encomendado al difunto a "la misericordia infinita de Dios" y reza por "la conversión de quienes le quitaron la vida".

Ante las circunstancias que han rodeado al hecho, ha manifestado su propósito de colaborar con la Justicia y ha invitado a los cristianos de la Archidiócesis a seguir "ayudando y estimando" a sus sacerdotes, "cuya inmensa mayoría son fieles a su ministerio y están dejando la vida al servicio de sus comunidades", ha puntualizado.

En estos momentos de "confusión y dolor", ha rogado a todos los sacerdotes que "les encomienden al Señor para que les sostenga y sigan viviendo con gozo su entrega a la hermosa vocación que les ha regalado en su Iglesia, al servicio del Evangelio y de sus hermanos".

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