Piden 18 años de prisión para dos hermanos que apuñalaron a un joven en una discoteca de Torrelavega

El Ministerio Fiscal pide penas que suman 18 años de prisión para Carlos Alberto y Jonatan M.O., dos hermanos acusados de un delito de asesinato en grado de tentativa por intentar apuñalar a un joven en una discoteca de Torrelavega.

El Ministerio Fiscal pide penas que suman 18 años de prisión para Carlos Alberto y Jonatan M.O., dos hermanos acusados de un delito de asesinato en grado de tentativa por intentar apuñalar a un joven en una discoteca de Torrelavega.

Los hechos sucedieron en enero de 2009 en la discoteca Kroker, donde uno de los hermanos, Carlos Alberto, discutió con la víctima al creer que este, mientras bailaba le había tirado encima unas copas.

Entonces, según el relato del Ministerio Fiscal, sacó una navaja y se la dio a su hermano Jonatan, quien, "sin mediar palabra y a sabiendas de que le podía dar muerte", le asestó una puñalada en la pierna izquierda.

El ataque hizo que sangrara abundantemente y un shock hipovolémico que desembocó en una parada cardiorrespiratoria durante 15 minutos. La intervención de los servicios médicos evitó su muerte, pero aún así tuvo que someterse en los siguientes días a dos intervenciones quirúrgicas.

La acusación particular señala que estas heridas le generaron una impotencia funcional en la pierna y, en consecuencia, una incapaidad para desempeñar su oficio habitual, frutero.

El Ministerio Público considera que los hechos suponen un delito de asesinato, en grado de tentativa, del que Jonatan sería autor y Carlos Alberto, cooperador necesario, por lo que pide para cada uno de ellos penas de nueve años de prisión, así como una indemnización a la víctima que asciende a 133.000 euros, y al Servicio Cántabro de Salud con 28.953 euros por los gastos de la asistencia médica.

La acusación particular eleva las petición de penas a 10 años de prisión y la indemnización a 500.000 euros. La responsabilidad civil subsidiaria recae en la discoteca, a la que se reprocha que no pusiera los medios necesarios para impedir la entrada de armas en el establecimiento.

La discoteca sostiene que el arma sólo podía haberse detectado por los porteros mediante un registro personal, algo que, según señala remitiéndose a la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, únicamente pueden realizar los agentes de la autoridad.

La defensa de Jonatan M.O. pide la nulidad de las actuaciones, debido a que, en su versión, a este acusado no se le notificó uno de los autos judiciales previos a la vista ni los recursos que podía presentar contra ellos. Esta parte niega los hechos en su totalidad.

El juicio se celebrará los días 19 y 20 en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria.

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