M.Ecologistas advierten que el dragado del Guadalquivir afectará a la erosión de la playa de Matalascañas

La organización WWF ha advertido este viernes que el dragado del Guadalquivir que pretende llevar a cabo el Puerto de Sevilla puede contribuir a aumentar la erosión de la playa de Matalascañas, en Almonte (Huelva), según se ha desprendido de las conclusiones de un estudio elaborado desde 2008 sobre la dinámica del río del Guadalquivir por parte de las Universidades de Sevilla, Cádiz, Málaga y Granada y del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Río Guadalquivir a su paso por Sevilla
Río Guadalquivir a su paso por Sevilla
EP
Río Guadalquivir a su paso por Sevilla

La organización WWF ha advertido este viernes que el dragado del Guadalquivir que pretende llevar a cabo el Puerto de Sevilla puede contribuir a aumentar la erosión de la playa de Matalascañas, en Almonte (Huelva), según se ha desprendido de las conclusiones de un estudio elaborado desde 2008 sobre la dinámica del río del Guadalquivir por parte de las Universidades de Sevilla, Cádiz, Málaga y Granada y del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Según ha explicado a Europa Press la responsable del área de Aguas de WWF España, Eva Hernández, según las conclusiones de este informe, presentado ayer en Sevilla en el seno de la comisión científica constituida en torno al dragado, tal y como avanza 'El País', las diferentes presiones que se ciernen sobre el río Guadalquivir —vientos, la circulación de barcos, el dragado actual o los desembalses de la presa de Alcalá del Río (Sevilla)—, "han alterado la forma del estuario volviéndolo asimétrico, lo que influye en las corrientes marinas de la costa y provoca erosiones en la costa de Matalascañas".

Otra de las conclusiones principales que pueden extraerse del estudio, el "más completo realizado sobre un estuario en el mundo", según apunta Hernández, es que un nuevo dragado de profundización en el río como el que pretende el Puerto de Sevilla es "inviable en estos momentos".

"Un dragado de profundización, tal y como está el río ahora, sin aportar más agua dulce y sin recuperar llanuras mareales es inviable en estos momentos. Los científicos han sido muy claros en esto", ha afirmado, apuntando, no obstante, que "si todos los agentes implicados se ponen de acuerdo y se mejoran las condiciones del Guadalquivir, podría ser posible dentro de unos años, porque el río tiene un gran potencial de recuperación".

Además, tal y como explica, los científicos han convenido que el dragado actual "debe de mantenerse para que las condiciones del río no empeoren, pero sí tiene que mejorarse", de manera que se tengan en cuenta factores como el momento más adecuado para llevarlo a cabo, evitando las mareas vivas o cuando se desembalsa agua desde la presa de Alcalá del Río, porque se remueve el fondo.

Ahora, las conclusiones del informe científico sobre el dragado se elevarán al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, que tendrá que dar su visto bueno al dragado o rechazarlo.

"Esperemos que lo rechace, porque, de lo contrario, el MARM estaría contraviniendo la Directiva Marco de Aguas, la Directiva Hábitates y la propia Declaración de Impacto Ambiental", ha advertido la ecologista.

Un estuario "muy complejo"

Hernández ha insistido en que el funcionamiento del estuario del Guadalquivir es "muy complejo y lejos de ser convencional", ya que la influencia del mar en él es "muy importante y, además, la onda de marea choca con la presa de Alcalá del Río, provocando un efecto de reflujo".

No obstante, sí hay algo que ha quedado muy claro, y es que las condiciones del estuario son "bastante malas", porque "acumula muchas presiones, tales como el dragado, elevados niveles de salinidad y turbidez en sus aguas, la contaminación por pesticidas y herbicidas procentes de la agricultura de toda la cuenca y la erosión, que aporta una gran carga de nutrientes".

También, apunta la ecologista, hay que pensar qué se va a hacer con la llanura mareal del río, parte de la cual "se ha perdido por la acción de barrera de la Montaña del Río, que aísla a Doñana del estuario del Guadalquivir y cuya eliminación está pendiente de ejecutar dentro del proyecto Doñana 2005; así como con las 36.000 hectáreas de arrozal, que "están bloqueando la entrada del mar y enturbian el agua sin permitir que entre la luz y la microfauna se pueda desarrollar, lo que influye, a su vez, en la disponibilidad de pesca en el Golfo de Cádiz".

A pesar de todo ello, Herández ha incidido en que el río Gudalquivir "tiene un gran potencial de recuperación", pero, para ello, es necesaria una decisión firme por parte de las administraciones y todos los agentes implicados.

"Tiene que decidirse si queremos un río Guadalquivir pensado como un gran canal de navegación, pero muerto, o un río vivo, que nos beneficie más de lo que nos perjudica, porque, sólo en la regeneración de la playa de Matalascañas se ha invertido este año más de 3 millones de euros", ha señalado.

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