La Fundación AENA, dentro de los actos conmemorativos del primer centenario de la aviación en Sevilla, ha patrocinado un ciclo de conferencias monográfico que se desarrollará entre el próximo miércoles, 13 de octubre, y el 28 de octubre, sobre la aviación en Sevilla.

Según ha indicado AENA en una nota, los nueve ponentes invitados por la Fundación AENA harán un repaso del recorrido de la industria aeronáutica en la capital hispalense, abordando desde los primeros vuelos realizados con motivo de la Semana de la Aviación de 1910, hasta el revulsivo que ha supuesto en los últimos años el lanzamiento del avión de transporte militar A400M.

AENA ha recordado que la función del aeropuerto de Sevilla, con la ubicación que hoy se conoce, fue muy destacada en el germen de la aviación en la ciudad, al igual que el aeródromo militar de Tablada. Este último acogió numerosas exhibiciones aéreas en el segundo decenio del siglo XX, pero también sirvió de base a vuelos de una enorme trascendencia, como el que realizara el avión 'Jesús del Gran Poder' entre Sevilla y Bahía (Brasil) o el del 'Cuatro Vientos' a Cuba.

En cuanto al Aeropuerto, su actividad arrancó en julio de 1933 como estación de amarre para dirigibles. Entre sus inquilinos estuvo el conocido Graff Zepelin, que hacía en él la última escala europea antes de proseguir con las travesías que realizaba por el Atlántico. Así, una veintena de pasajeros de este dirigible fueron los encargados de estrenar las modestas instalaciones aeroportuarias de la época.

El ciclo de conferencias, que se clausurará con un concierto de la Banda Sinfónica Municipal y de la Banda del ACAR Tablada, se desarrollará bajo un título simbólico, 'Del Bleriot al A400M'. El Bleriot de 1910 protagonizó el primer vuelo completo documentado en España, mientras que el A400M de Airbus Military ha convertido a Sevilla en "uno de los polos aeronáuticos más importantes de Europa".

Con el Bleirot arranca la colección de 24 maquetas que gestiona actualmente la Fundación Aena. Diseñado por el francés Louis Bleirot, un fabricante de lámparas para automóviles, también fue el primer aeroplano en cruzar el Canal de la Mancha.