La consejera para la Igualdad y el Bienestar Social, Micaela Navarro, ha asegurado que no se puede argumentar la edad o la piedad y misericordia para intentar justificar casos de violencia de género como el ocurrido este miércoles en Málaga, donde un hombre de 82 años acabó supuestamente de su esposa, de 80 años.

A preguntas de los periodistas en Jaén, la consejera ha señalado que en cuanto se habla de personas mayores y de circunstancias como estas —iban a ser ingresados en una residencia el próximo día 13, según ha dicho, y al parecer eso motivó el fatal desenlace— "se tiende a decir que no es violencia de género".

"Los dos iban a ingresar en una residencia. La mujer llevaba tres años en cama y no podía moverse por sí misma y él tenía también bastantes problemas. Tenían el servicio de ayuda a domicilio, pero había que cambiarlo a uno que los atendiera 24 horas al día", ha precisado.

En este sentido, ha llamado la atención sobre el hecho de que este tipo de situaciones no se den en la dirección contraria, de modo que ha dicho desconocer un caso de una señora mayor que esté atendiendo a su marido mucho tiempo y viéndolo sufrir decida terminar con su vida.

De hecho, a su juicio, esto pone de manifiesto que "lo que hay detrás de eso es un sentimiento de posesión y nadie es dueño de la vida nadie, ni cuando tienes 20 años ni 30 ni 50 y no valen motivos, ni por piedad ni por misericordia", ha zanjado.