Los portugueses han podido votar en las 12.500 mesas electorales dispuestas en todo el país hasta las 20.00, a excepción de la región autónoma de Azores, donde la votación se inicia y acaba una hora después que en el continente y Madeira, debido a la diferencia horaria.

El censo electoral se cifra en 8.993.770 ciudadanos, 61.664 más que en las pasadas presidenciales del 2001, en las que el actual jefe del Estado, Jorge Sampaio, logró la reelección.

Encabeza la intención de voto Cavaco Silva, con cerca del 52%. A distancia, sólo dos de sus rivales, el octogenario ex presidente Mario Soares y el poeta socialista Manuel Alegre, de 69 años, tienen alguna esperanza de llegar a forzar una segunda vuelta de los comicios, si consiguen arañar nuevos sufragios entre el millón de electores indecisos.

Otros tres candidatos, el comunista Jerónimo de Sousa (58 años), el radical Francisco Lousá (49) y el abogado Antonio García Pereira (54), se conformarán con el efecto mediático de sus campañas, puesto que entre todos apenas pasarán del 15 por ciento del sufragio.

Según la Ley Electoral, será elegido el candidato que obtenga más del 50% de los sufragios; en caso contrario se celebrará una segunda vuelta entre los dos aspirantes más votados el próximo 12 de febrero.

Desde el pasado viernes, más de 187.000 ciudadanos lusos que residen en el extranjero pueden ejercer su derecho al voto en las 200 mesas electorales distribuidas en embajadas y consulados de Portugal.

Las encuestas señalan que en estas presidenciales la participación podría rondar el 69%, cifra superior a la registrada en el 2001 (52%), 1996 (66,4%) y 1991 (61,8%).