El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, considera "lógico" que el presidente de la Fundación Santander 2016, Rafael Doctor, no siga en el cargo toda vez que "no ha salido el proyecto" de la entidad y la ciudad ha sido eliminada como aspirante a Capital Europea de la Cultura en 2016.

"Si te encargan una misión para llevarla a cabo y no sale, para casa. Eso es de libro", ha argumentado Revilla. "El sueldo yo creo que no se le puede seguir pagando", ha apostillado.

El jefe del Ejecutivo autonómico también ha reconocido que al no pasar el corte "se puede decir que algo no hemos hecho bien o que podríamos haber hecho mejor". "La realidad es que han pasado seis (ciudades) y nosotros no hemos pasado", ha sentenciado.

En respuesta a preguntas de los periodistas a propósito de las declaraciones del PRC de Santander, que ha pedido la dimisión o cese inmediato de Doctor, Revilla ha negado la existencia de "discrepancia" alguna entre el partido y el Grupo Municipal. "Discrepancia ninguna. Ninguna en absoluto", ha zanjado.

En este sentido, y tras confesar que se ha llevado un "disgusto impresionante" porque ha sido "una oportunidad perdida histórica para la ciudad", ha subrayado su "lealtad absoluta" al proyecto y, también, el apoyo del Gobierno, que, junto con la Fundación Botín, respaldaba el proyecto "liderado" por el alcalde de Santander, Iñigo de la Serna (PP).

"El Gobierno ha apoyado un proyecto con dinero, con todo entusiasmo", ha expresado el regionalista, quien ha precisado que él siempre mostró su "apoyo total" y manifestó que "el proyecto era muy bueno". "¡Cómo no lo voy a decir! Lo he dicho en público y en privado. Eso es lo que tiene que hacer lealmente una institución cuando hay un producto que beneficia todos", ha defendido.

Y es que, a su juicio, lo que sí sería una "deslealtad" es que "antes" de la votación y de defender la candidatura "alguien pusiese palos en las ruedas" o "pegas" al proyecto. Pero "eso no lo hará el Gobierno de Cantabria ni el presidente jamás", ha asegurado, al tiempo que ha insistido en que hubiera sido una "mala recomendación" el que "hubiéramos llegado con discrepancias".

No obstante, el secretario general del PRC ha reconocido que su "gente" en el Ayuntamiento de Santander "ya hizo críticas desde el principio", algo que ha considerado "muy respetable y muy democrático". Así, ha indicado que el concejal regionalista José María Fuentes Pilas "salió contundentemente" a decir que "no le parecía un proyecto adecuado". "En este partido la gente tiene su opinión, pero discrepancia ninguna", ha aclarado Revilla.

Poca participación

Revilla está ahora a la espera de la resolución del Ministerio de Cultura en la que se desvelarán las razones del jurado para eliminar a Santander. Entonces, una vez se conozcan los "fallos", será el "momento de valorar lo que hemos hecho mal".

El presidente cántabro ha comparado el "apoyo" que "desde el principio" ha prestado al proyecto con su participación en el mismo, que ha sido "muy poca", ya que no ha participado prácticamente "en nada". Es más, la víspera de la presentación "no estaba prevista" su intervención, que finalmente duró "64 segundos". Ésta "se limitó", según ha precisado, a leer ante los "sesudos jueces" un texto que "se me dio por escrito".

Tras la exposición de la candidatura de Santander, "todos" los miembros del jurado "salvo dos" hicieron "grandes elogios" y "aplaudieron".

Revilla, —que ha reconocido que no se "había leído el mamotreto" que se presentó ante el jurado— ha explicado que las "únicas pegas" que escuchó fueron las de la representante de Luxemburgo, que estaba "indignada" porque se hacían alusiones a que el país no fue beligerante sino neutral durante la Segunda Guerra Mundial. "Ésa no nos votó, seguro", ha indicado.

Además, la representante de Polonia manifestó sobre los gastos que "la mayor parte" de los mismos habían sido para "publicidad". "Yo no oí más crítica. Los demás, todos dijeron que les parecía un proyecto extraordinario que felicitaban a la candidatura etcétera, etcétera, Y al acabar, se aplaudió".

Por todo ello, Revilla salió "convencido" de que Santander había "pasado el corte". Pero "parece que a todos les dijeron lo mismo: que éramos guapos, que lo habíamos hecho muy bien y los aplausos", ha concluido.