El joven de unos 30 años de edad y con problemas mentales que fue detenido en la madrugada del pasado jueves como presunto autor de la muerte a puñaladas de su madre, de unos 60 años, en la vivienda familiar que ambos compartían en el número 17 de la calle Rico Cejudo, en pleno barrio de Nervión de la capital hispalense, ha recibido ya el alta médica y ha abandonado la Unidad de Salud Mental de Agudos del Hospital Virgen del Rocío donde permanecía ingresado desde que fue detenido.

De este modo, fuentes sanitarias han informado a Europa Press de que el joven detenido, identificado como Luis Javier Fernández de Bobadilla Aya, fue dado de alta en la tarde de este pasado lunes, tras lo cual abandonó el hospital y fue puesto a disposición del Juzgado de Guardia, aunque por el momento no ha trascendido si el juez ha optado por ingresarlo en prisión o por internarlo en el hospital psiquiátrico penitenciario.

Al hilo de ello, fuentes policiales consultadas por Europa Press han precisado que, una vez se le tomó declaración, el presunto parricida se encontraba a disposición judicial desde al pasado viernes, aunque ello no se ha llevado a la práctica hasta este lunes, que ha sido cuando ha recibido el alta médica.

Los hechos habrían tenido lugar en torno a las 4,30 horas de la madrugada de este pasado jueves, cuando por causas que hasta el momento se desconocen este joven habría apuñalado con un cuchillo de cocina a su progenitora, Teresa Aya, hasta causarle la muerte, tras lo cual el cadáver de la víctima fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde le fue realizada la autopsia.

Una vez tuvieron lugar los hechos, agentes de la Policía Nacional se trasladaron hasta la vivienda, deteniendo al presunto autor del parricidio y trasladándolo a la Unidad de Salud Mental de Agudos del Hospital Virgen de Rocío de Sevilla al objeto de ser sometido a estudio, pues, según han comentado algunos vecinos de su bloque, sufría problemas mentales, al parecer esquizofrenia.

Por otro lado, una vecino de la víctima, Ramón Sánchez, ha asegurado que fue el presunto parricida el que dio aviso a la Policía Nacional, tal vez, dijo, "porque se dio cuenta de lo que había hecho tras un momento de locura en el que no sería responsable de sus actos y una vez que vio a su madre en el suelo o donde la haya matado".