La Audiencia Provincial de Sevilla acogió en la mañana de este lunes la primera jornada del juicio con jurado popular contra J.C.P., de 21 años de edad, quien ha reconocido los hechos que se le imputan y ha admitido su culpabilidad, tras lo cual tanto su letrada como el representante de la Fiscalía han renunciado a la prueba testifical prevista aunque no a la pericial, que se practicará este martes a partir de las 10,00 horas al objeto de "ratificar" que el acusado sufrió en el momento de los hechos un trastorno mental transitorio.

En este sentido, el fiscal del caso ha modificado su escrito de acusación inicial, en el que solicitaba para el acusado 25 años de prisión por un delito de asesinato con el agravante de parentesco, y ha rebajado la petición de pena a 14 años y seis meses, todo ello a la vista de un informe psicológico y psiquiátrico, presentado por la defensa, en el que se diagnostica al procesado un trastorno mental debido al "maltrato habitual" del que fue objeto por parte de su padre.

Según ha explicado la abogada del procesado, Esperanza Lozano, el fiscal ha tenido en cuenta este último aspecto como atenuante muy cualificada, mientras que también ha decidido reducir la petición de pena por la atenuante de reparación del daño, pues el acusado vendió un piso para pagar una indemnización tanto a su madre como a su hermana, que posteriormente no han reclamado en el juicio.

Lo despertaba a puñetazos

De esta manera, el acusado habría sido maltratado desde que tenía 6 o 7 años por el padre, un maltrato que incluía despertarlo a puñetazos. Además, la víctima, que tenía problemas con la bebida, insultaba a la madre e incluso llegó supuestamente a abusar sexualmente de su hermana, con la que se llegó a acostar en la misma cama. Así, la madre denunció al fallecido la noche de Reyes de 2005, pero finalmente decidió retirar esta denuncia.

Según relata el Ministerio Público en su escrito de acusación, consultado por Europa Press, los hechos tuvieron lugar sobre las 7,45 horas del día 19 de noviembre de 2009, cuando el procesado, J.C.P., se presentó en el bar 'Ruiseñor' "con la intención de pedirle a su padre 500 euros que, al parecer, le adeudaba".

El fiscal añade que el acusado, "que mantenía malas relaciones con su padre", acudió al establecimiento armado con un cuchillo de cocina de 19,5 centímetros de hoja, que llevaba escondido entre las ropas, y, una vez en el lugar, "como había clientes y al poco llegó su hermana, la conversación fue intrascendente, pero cuando se quedaron a solas discutieron verbalmente llegando a empujarse de manera mutua".

Tras ello, y "como quiera que la bronca era muy tensa", el encartado "arrinconó a su padre en una esquina del bar y, sacando sorpresivamente el cuchillo y con evidente deseo de causarle la muerte por no darle el dinero que le reclamaba", le asestó cinco puñaladas hasta que cayó al suelo, "donde siguió acometiéndole con saña acuchillándole por todo el cuerpo y llegando a producirle 44 heridas inciso-cortantes" que provocaron su fallecimiento por shock hipovolémico.