La madre de una alumna de tercer curso de Educación Infantil con domicilio en Burriana (Castellón) asegura que se ve obligada a recorrer los 15 kilómetros que separan esta población de la vecina Villarreal para que su hija pueda estudiar en una línea en castellano, ya que los tres colegios que ofrecen esta posibilidad en su lugar de residencia no tienen plazas.

La progenitora, Delfina Cubedo, ha explicado que la niña comenzó sus estudios en un colegio de Villarreal, donde asistía al Programa de Incorporación Progresiva (PIP), que contempla la impartición de la enseñanza en castellano con una materia en valenciano. Al trasladarse a Burriana, solicitó que la menor continuara estudiando en esa línea, lo que ha resultado imposible porque ninguno de los tres centros posibles tenía plazas. Por ello, decidió conservar el puesto escolar de su hija en Villarreal, ha explicado la propia Cubedo a Europa Press.

Esta situación hace que tanto la niña como la madre tengan que despertarse "dos horas de entrar a clase" para poder llegar al colegio, lo que, según el testimonio de la madre, "provoca que la niña rinda menos, esté más cansado y no pueda jugar después de clase con sus amigos del colegio".

Además, Cubedo, madre soltera actualmente en paro, teme que sus circunstancias se agraven el próximo curso escolar, cuando tenga que matricular a su otra hija, que ahora tiene dos años, "y que corre el riesgo de tener que asistir a un colegio diferente del de su hermana".

ESCRITOS

Por estos motivos, la madre presentó en septiembre diversos escritos ante la Conselleria de Educación y Presidencia de la Generalitat y pidió una reunión con la secretaria autonómica de Educación, Concha Gómez. De momento, dice que ha recibido únicamente una llamada de un inspector educativo que le ha comunicado que le enviará una contestación sobre su caso por escrito.

Cubedo ha agradecido el apoyo que está recibiendo de la Plataforma por la Libertad Lingüística y Juan Vicente Santacreu, el padre de la niña a la que le fue revisada la nota de un examen de la asignatura Coneixement del Medi -que se imparte y evalúa en valenciano- tras suspenderlo por contestar a las preguntas en castellano. "Yo no quiero que mi hija no sepa valenciano, pero es española y quiero que estudie en español", ha declarado finalmente la madre.

Por su parte, fuentes de la Conselleria de Educación han manifestado a Europa Press que el cambio de centro fue solicitado "fuera del plazo ordinario de escolarización" y han agregado que, de cara al curso que viene, si se vuelve a pedir "en tiempo y forma", se buscará una solución.