Testigos en el juicio de estafa de la 'Joyería Renedo' otorgan a Pilar G. un papel superior al de mera recadera

Representantes de distintas empresas joyeras que fueron víctimas de la estafa cometida por en 2008 por la 'Joyería Renedo', sita en Valladolid capital, han otorgado hoy a Pilar G.B, una de las nueve personas que están siendo juzgadas por estos hechos, un papel importante en la supuesta trama delictiva, ya que, como así han coincidido, figuraba como propietaria o encargada del establecimiento y fue la que hizo los pedidos.

Representantes de distintas empresas joyeras que fueron víctimas de la estafa cometida por en 2008 por la 'Joyería Renedo', sita en Valladolid capital, han otorgado hoy a Pilar G.B, una de las nueve personas que están siendo juzgadas por estos hechos, un papel importante en la supuesta trama delictiva, ya que, como así han coincidido, figuraba como propietaria o encargada del establecimiento y fue la que hizo los pedidos.

El testimonio de estos testigos, durante la tercera sesión del juicio que se sigue desde el pasado día 27 de septiembre en la Audiencia de Valladolid, entra en clara colisión con el alegato de la aludida, ya que ésta, en la primera sesión, se presentó como una mera "recadera" con funciones limitadas a "abrir y cerrar" la puerta de la joyería y a coger el teléfono, pero en ningún caso con atribuciones como para intervenir en la compra de joyas.

Sin embargo, tres víctimas de la estafa, en representación una de ellos de la empresa 'Telleiro', con sede en Madrid, y otras dos de las mercantiles 'Sanchís Silvestre' y 'Estuches Carmo', han relatado, en declaraciones recogidas por Europa Press, que fue Pilar G.B. la que, aprovechando la feria Iberjoya que se celebró entre septiembre y octubre de 2008, se presentó en sus expositores, entregó una tarjeta identificándose como encargada de la 'Joyería Renedo' y efectuó distintos encargos de joyas.

La entrega del género se hizo, como así declararon otras víctimas en anteriores sesiones, bajo el principio de la "buena fe" que rige el sector y a cambio de pagarés que fueron firmados por Pilar G.B. y que para sorpresa de los suministradores de las joyas fueron devueltos uno tras otro. Así, joyería Telleiro sigue sin recuperar género por importe superior a 30.752 euros, aunque los gastos de devolución de los efectos impagados le generaron otros casi 5.000 euros de gastos, mientras que las mercantiles Sanchís Silvestre y Estuches Carmo reclaman 6.000 y 3.000 euros, respectivamente.

El 'agujero' podría haber sido aún mayor en el caso de la joyería 'Sanchís Silvestre', ya que, tal y como a advertido su apoderada, en un principio el pedido efectuado por 'Joyería Renedo' superaba los 18.000 euros. "Al final les servimos una menor cantidad porque no les conocíamos y no quisimos pillarnos los dedos", ha recordado la representante de la mercantil valenciana, mientras que una viajante de la misma entidad ha precisado que fue Pilar G.B. la que la atendió en Valladolid el día que se presentó con distintos muestrarios y la que firmó los pagarés.

El juicio, que sienta en el banquillo a nueve personas, cinco de ellas acusadas de un delito de estafa y otras cinco por receptación, entrará mañana en su cuarta sesión. A los cinco primeros, expuestos a penas de 6 años de cárcel, se les acusa de haber urdido una trama para, mediante engaño, apoderarse de joyas por importe superior a 1,5 millones, de las que se ha recuperado una mínima parte, mientras que el resto de los imputados, para los que se piden penas de 2 años, habrían colaborado en la posterior venta del género, según la tesis del Ministerio Fiscal.

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