La Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC) ha asegurado que el "fracaso" de la candidatura de Santander en su aspiración a convertirse en Capital Europea de la Cultura en el año 2016 "se veía venir", porque presentó un proyecto "carente de personalidad, repleto de falso cosmopolitismo e incapaz de generar dinamismo sociocultural".

En su opinión, la decisión del comité seleccionador debe mover a la reflexión para comprender que "Santander no puede aspirar a nada si previamente no se analiza a sí misma, sin rubor, y si no plantea, de verdad, un cambio absoluto en su mentalidad a veces provinciana, cuando no impersonal, que se empeña en buscar referentes ajenos mientras aniquila los propios".

Según dice, "Santander es a todas luces una ciudad con todo por hacer desde el punto de vista cultural" y, "mientras no se asuma esa realidad, cualquier reto, cualquier aspiración, no será más que humo con tintes electorales".

"En un año de candidatura no se recuperan lustros de pasotismo colectivo, ni se despierta el alma de una ciudad que se enfrenta a la cultura como un sujeto pasivo, incapaz de generar nada propio y reduciendo todo a ser un eterno espectador con las manos en los bolsillos", recalca ADIC en nota de prensa.

Para la asociación, el "fracaso sin paliativos" de la propuesta santanderina "no debe sorprender a nadie", porque las "ilusiones" de la delegación de Santander 2016 "no tenían razón de ser desde un punto de vista racional y objetivo".

Ahora, invita a "sacar una lectura positiva", "asumir" que el proyecto ha salido "derrotado" y "abandonar el patético papelón que algunos están haciendo tras el fracaso".

"Santander ha sido eliminada porque hay seis proyectos mejores, no cabe la autocomplacencia, el manido 'marco incomparable', la incomprensión o cualquier otra excusa del pelo de las que se están escuchando", subraya.

En su opinión, el "fracaso" se debe a la falta de un diagnóstico objetivo de la realidad social y cultural de la ciudad y a la "equivocada" argumentación del proyecto.

Según la asociación, "Santander es una ciudad que jamás se ha planteado un estudio real y sincero de sus enormes carencias" y, por ello, el proyecto Santander 2016 "nació de la nada, de una ciudad sin pulso", encabezado por "quienes nunca apostaron por la dinamización de una ciudad sin un tejido cultural cohesionado". "Con ese punto de partida, era absolutamente imposible que se creara una candidatura ganadora", sostiene.

Además, ADIC incide en que el proyecto ha seguido una línea "equivocada" porque "lejos de buscar las propias potencialidades de Santander y su entorno, su esencia, cultura e identidad, y de mostrar su aportación a la integración social y cultural europea, se ha centrado en un proyecto carente de personalidad, repleto de falso cosmopolitismo e incapaz de generar dinamismo sociocultural".

"Sólo hay que ver los proyectos de las seis ciudades seleccionadas, que han hecho todo lo contrario a Santander, para darse cuenta de lo errático del camino emprendido", concluye la asociación.