El presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, ha visitado esta mañana la Escuela de Primaria nº 13 Julián Anguiano, situada en la zona de Islas del Delta, Tigre, en el río Carapachay y Canal 8, a treinta kilómetros de Buenos Aires. Se trata de una zona de difícil acceso con una población en situación de pobreza.

La escuela fue fundada hace 120 años por el riojano, Julián Anguiano (Arenzana de Abajo, 1867) y, desde entonces, lleva su nombre. Hoy en día la escuela mantiene el espíritu de su fundador pero tiene muchas dificultades para abordar reformas necesarias y abordar la construcción de un salón de usos múltiples que permita ofrecer nuevas actividades a los alumnos.

El Centro Riojano Español de Buenos Aires colabora desde hace años con este centro escolar, una colaboración a la que en breve se sumará el apoyo del Gobierno de La Rioja, tal y como ha anunciado el Jefe del Ejecutivo riojano durante su visita a las instalaciones, que podrá alcanzar unos 200.000 euros distribuidos en varios años.

Sanz ha recordado que Julián Anguiano "fue un hombre valiente, adelantado a su tiempo, que representa los valores de lo que nos sentimos más orgullosos los riojanos: el trabajo bien hecho, la honradez y el tesón".

Al respecto, ha señalado que "sus medallas más importantes no fueron los reconocimientos oficiales de los que fue objeto, sino las buenas notas de sus alumnos y el reconocimiento personal que, como buen profesor, le otorgaron sus convecinos".

Sanz ha aprovechado la ocasión para explicar a los presentes que "los riojanos siempre hemos sentido que la educación y la cultura eran nuestra mejor herramienta para abordar con ilusión el futuro, por lo que hoy La Rioja destaca entre las regiones españolas por su avanzado sistema educativo, el de mayor calidad en España".

La escuela incorpora cada año innovaciones curriculares. Entre las últimas, destacan: idioma inglés de 1º a 6º año (incluye secundaria); informática para los más pequeños; huerta orgánica; talleres de reflexión para padres; cursos de cocina con salida laboral; aprendizaje de danzas folclóricas; y clases abiertas con padres.