La potenciación de la agricultura ecológica en la cuenca del río Tajo es el objetivo de los convenios suscritos este viernes en Plasencia (Cáceres) por parte de siete grupos de acción local de Extremadura, Madrid y Castilla-La Mancha (C-LM).

Los grupos de acción local que están involucrados son los de Cáparra, Adesval, Tagus, Adismonta y Arjabor, en el norte de Extremadura; Sierra Oeste de Madrid; y Molina de Aragón Alto Tajo, de Guadalajara; así como diferentes organizaciones lusas que participarán en este proyecto.

La subdirectora adjunta de Igualdad y Modernización del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM), Isabel Aguilar, ha dicho a los periodistas que otro de los fines es el de "potenciar y fomentar todas aquellas actuaciones que permitan la colaboración entre distintos territorios".

Por este motivo cuenta con un presupuesto "financiado a 100%" por parte del ministerio que suponen "800.000 euros" con un plazo de ejecución de cuatro años.

Por su parte, el director general de Desarrollo Rural de Extremadura, Antonio Guiberteau, ha manifestado sobre este proyecto que es "especialmente interesante" porque están involucrados los Grupos de Acción Local con los que, según ha dicho, la Junta mantiene "una especial relación".

También porque la el Gobierno extremeño considera la agricultura ecológica "no solamente es un recurso potencial" según Guiberteau, sino que también es "una herramienta de construcción del propio medio rural", ya que "es respetuosa" y que "tiene mucho que decir". "Y más en la cuenca del tajo dónde está nuestra joya natural como es el Parque Nacional de Monfragüe", ha añadido.

Otro de los aspectos "interesantes" para la Administración regional son "los aspectos formativos", como se demuestra —ha dicho— con que en los cuatro centros de formación agraria regionales se ha comenzado a abordar "la formación reglada en materia de agroecológica".

La agricultura ecológica en Extremadura ha pasado, según el director general de Desarrollo Rural, de "ser testimonial a ser una realidad económica que va encontrado cada vez una respuesta en el mercado", aunque ha reconocido que siguen teniendo "problemas" como es el de "la economía de escala"

Por ello, para Giberteau es necesario "romper ese techo de cristal en cuanto a los volúmenes", para lo que es necesario —ha añadido— "una garantía y regularidad en el abastecimiento" y también "un precio más asequible".

Las grandes áreas dónde el proyecto intervendrá son la catalogación y evaluación del estado de conservación de los territorios, acciones de concienciación de productores y consumidores, el estudio de la eficacia en la gestión del agua, el suelo y los ciclos del carbono; así como la puesta en marcha de modelos de verificación de la eficacia de la agricultura ecológica sobre la convencional.

Como objetivo productivo se encuentra el de crear una red de productos ecológicos de la cuenca del Tajo con la posibilidad de una creación de un certificado social.