La nueva Ordenanza municipal de Fomento de la Convivencia Ciudadana regulará las conductas incívicas "llenando un vacío legal", con un carácter "marcadamente educativo", pero contando también con sanciones hasta 600 euros y medidas de rehabilitación "con tareas en beneficio de la comunidad" para los infractores.

Así lo ha avanzado la concejala de Medio Ambiente, Concha Arribas, quien ha apuntado que, tras dos años de debate para su elaboración, la norma entrará en vigor a principios de 2011, después de las alegaciones y enmiendas de los grupos municipales y de su aprobación en pleno por el Consistorio.

Arribas ha incidido en el trabajo de participación que se ha desarrollado para elaborar la norma "con contactos sociales muy variados" y que propiciaron más de 300 sugerencias ciudadanas, que luego han sido analizadas por todas las unidades municipales, hasta su visto bueno, este miércoles, en Junta de Gobierno.

"Se trata de establecer un marco normativo propio que habla del espacio público como un lugar de convivencia, con unas normas de comportamiento cívico, pero, al mismo tiempo, con el máximo respeto a los derechos y libertades de los ciudadanos", ha recalcado la concejala.

A su juicio, "normalmente, los ciudadanos de Logroño se comportan de manera adecuada, pero siempre hay pequeños comportamientos incívicos, que hay que buscar minorar o incluso eliminar, promocionando las conductas contrarias".

La Ordenanza, en sus palabras, se basa "en tres principios: la prevención, la sanción y la rehabilitación". En el capítulo de prevención, se realizará una campaña informativa sobre la norma; en cuando a las sanciones, la edil ha recalcado que "no es una norma recaudatoria porque estemos en tiempos de crisis".

De este modo, se prevén multas de 30 a 200 euros para faltas leves, entre las que se encuentran disparar petardos sin autorización, lavar o reparar coches en espacios públicos, bañarse en fuentes o estanques públicos, causar daños a árboles, orinar, defecar y escupir en la vía pública o el suministro y consumo de alcohol en la vía pública.

Las sanciones por faltas graves -perturbar gravemente el normal funcionamiento de los servicios públicos, deteriorar gravemente los bienes públicos o la reiteración de tres faltas leves en un año- irán de 201 a 400 euros; y las muy graves -romper o incendiar mobiliario urbano, realizar pintadas, arrancar árboles o incendiar contenedores- irán de 401 a 600 euros. "OBJETIVIDAD".

Arribas ha explicado que será la Policía Local la encargada de establecer las faltas y su graduación "de forma objetiva, no dependerá de la subjetividad". En el caso de que los infractores sean menores, los responsables serán sus padres y, dependiendo de la falta, se podrá cambiar por trabajos comunitarios.

Será el instructor del expediente sancionador quien determine si procede o no la sustitución, con trabajos "que tendrán una casuística muy amplia", y que podrán ser, por ejemplo, "el desbroce de caminos de La Grajera, la ayuda a llevar comida a los ancianos, el apoyo a Protección Civil o a los voluntarios en determinadas situaciones o actos, barrer las calles o quitar carteles".

La Ordenanza cuenta con cinco títulos, con el tercero, dedicado al 'Comportamiento Ciudadano', como el más amplio, ya que en él se desarrollan todos los supuestos de actuación; además, en el título cuatro se detalla el régimen sancionador, y, en el quinto, la reinserción social.

"Hemos pretendido hacer una norma sencilla, que se entienda bien", ha dicho la edil, por lo que no se han introducido algunos temas que ya se encuentran en Ordenanzas ya en vigor. Como novedades, ha apuntado el consumo de alcohol en la calle -en el que expresamente se excluyen "las zonas emblemáticas" de la ciudad- o escupir en la vía pública.

Entre los casos más comunes de conductas incívicas, Arribas ha reseñado "dejar animales toda la noche en terrazas o balcones, romper flores o ramas de árboles, quemar contenedores, defecar en la calle o andar con las bicis a demasiada velocidad o con los monopatines por donde no se debe".