El escritor Álvaro Bermejo abre la puerta a la Atlántida en su última obra, XIX Premio de Novela Luis Berenguer

El escritor donostiarra Álvaro Bermejo ha visitado este miércoles Sevilla para promocionar su última novela, 'El laberinto de la Atlántida' (Algaida), con la que se alzó con el Premio Luis Berenguer, donde abre la puerta a ese gran enigma de la historia que con apenas diez páginas que le dedicó Platón en dos diálogos ha dado para miles y miles de libros.

El escritor donostiarra Álvaro Bermejo ha visitado este miércoles Sevilla para promocionar su última novela, 'El laberinto de la Atlántida' (Algaida), con la que se alzó con el Premio Luis Berenguer, donde abre la puerta a ese gran enigma de la historia que con apenas diez páginas que le dedicó Platón en dos diálogos ha dado para miles y miles de libros.

En una entrevista concedida a Europa Press, Bermejo, autor de 'El evangelio del Tíbet', ha señalado que la humanidad sigue debatiendo la existencia de la Atlántida y qué fue verdaderamente, es un elemento que continúa en la memoria de la civilización humana y en otros aspectos como "la coincidencia de lenguas como la inca, maya, de los Tartessos o euskera", lo que evidencia que pudo "haber algo que uniera a todos los pueblos de la tierra", ha dicho.

Asimismo, ha explicado que 'El laberinto del Tíbet' viaja hasta Creta (Grecia), situando allí una de las puertas de la Atlántida, a Sevilla, ciudad por la que siente predilección y de la que cree que entre las muchas ciudades que esconde debajo se encuentra "probablemente" una Atlántida, a Tartessos, lugares que coincide con la descripción que Platón da de la ciudad de la Atlántida, a Cádiz, unida a Creta por el mito de la Atlántida, y al Tercer Reich.

Al hilo de esto, ha señalado que la el Tercer Reich tenía una vena exotérica muy importante y que llegó a ser un movimiento intelectual poderosísimo antes de la locura genocida, pues contaba con personas que buscaban centros y claves de poder. Así, ha indicado que los nazis buscaron el Arca de la Alianza, la Piedra del Origen, la Calavera de Cristal y en Creta, buscaron el Rayo de Poseidón, "una fuente de energía devastadora capaz de destruir la propia civilización de la Atlántida".

En este punto, según ha narrado, los nazis, en un momento crucial de la II Guerra Mundial, con la campaña de Rusia en el momento más difícil y los estadounidenses a punto de invadirles, "si pueden descubrir algo parecido a la bomba atómica podrían ganar la guerra". Es entonces cuando aparece el protagonista de la novela, Víctor Barrantes, un espía que llega a Creta para informar de las operaciones alemanas en el Sur de Europa y norte de África.

Sin embargo, va a descubrir que éstos están buscando el mineral de la fuente de energía y algo más perturbador aún y es que los habitantes de Creta, sin saberlo y a su pesar, están viviendo viejos mitos como los de Teseo y el Minotauro, pues una tradición cuenta que el linaje de la Atlántida pervive en Creta en seres que no saben que son herederos, así aparecerá la estirpe de los Hijos del Sol. De esta manera, Barrantes seguirá indagando y descubre que la historia sigue viva y el pasado es presente continuo, encontrando a Ariadna, Minotauro, Teseo o Rey Minos.

Del mismo modo, Bermejo ha manifestado que la novela cuenta con el plano de la historia y del mito, pero no es nada cercano a un ensayo, sino que una novela que contiene "una historia para seducir y que la gente se reconozca en ella, pues todos somos héroes de nuestra vida", ha declarado. "LITERATURA:

Riesgo y magia"

El escritor, nacido en San Sebastián, se ha definido como "un ratón de biblioteca" que se pasa el día buscando en librotes polvorientos para extraer "unas gotas de elixir para que el lector deguste la historia, es decir, exprime los libros para hacer de sus obras un licor apetecible".

Por otro lado, ha definido al escritor como "un chamán, ya que sin riesgo no hay literatura, una profesión de riesgo". En este sentido, ha subrayado que uno no puedo contar la Guerra Civil como si fuera la revista 'Hola', sino que hay que "atravesar lo desconocido, contar lo que no se cuenta, poner al lector en situaciones de riesgos, cuestionarle, situarlo en su guerra personal", ha apuntado. "La literatura tiene que entrar en guerra, si no es decoración", ha asegurado.

Asimismo, Bermejo ha añadido que la literatura además de riesgo es "magia", pues que sentido tiene escribir si ya está todo escrito. Ante esto, ha afirmado que "la novela, al igual que la Atlántida, a medida que escribes va abriendo puertas, situando la literatura al nivel de un laberinto, aunque sabes que es lo que buscas".

Considera que el escritor que conoce el final de la novela que está escribiendo antes de llegar a él "hace trampas, pues la novela es una aventura, hasta para él que la escribe", ha dicho. Además, ha reconocido que un escritor que trabaja como una máquina le parece "poco interesante".

Volviendo a la Atlántida, Bermejo ha explicado que hasta el momento está considerada como "una tontería o fantasía", pero ya se han dado casos en los que "la historia da la vuelta a la ciencia en cualquier momento", así ha nombrado los casos de las ciudades de Pompeyo y Herculano, consideradas mitos hasta su descubrimientos o la misma Troya, "un mito de Homero", ha precisado.

Consciente de que la historia puede ser llevada a la gran pantalla, el escritor, ganador del Premio Ateneo de Sevilla en dos ocasiones, ha manifestado que se conforma con que sea "la historia de un lector, verdadero objetivo de la literatura, un arte mayor al cine".

Por último, Bermejo ha adelantado a Europa Press que actualmente está trabajando en dos novela, una de vampiros, que está prácticamente terminada, y la otra sobre el yacimiento de Atapuerca, "el más importante del mundo", y del que "no hay una sola novela que hable de la historia del yacimiento arqueológico". En este sentido, ha lamentado que este aspecto es "una maldición de este país, donde tenemos joyas que de las que nadie se preocupa y esperaremos a que venga alguien de fuera a contárnoslo".

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