La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha pronosticado este miércoles que en el próximo otoño, que comienza mañana, se producirá un descenso ligero de las precipitaciones respecto a los valores normales, y que las temperaturas serán superiores a lo habitual en la zona sur de la Comunidad, aunque advirtió de que dichas predicciones deben tomarse con "cautela" debido a la imperfección del sistema para la previsión.

Así lo aseguró el delegado territorial de la Aemet en Castilla y León, Juan Pablo Ortiz, quien además presentó los datos referentes al verano, en el que las temperaturas aumentaron una media de 1,3 grados en la Comunidad respecto a sus valores medios normales (período de referencia 1971-2000), lo que ha traído como consecuencia un verano "muy cálido" caracterizado por la "persistencia" de los altos registros, más que por olas de calor específicas.

En este sentido, el delegado de la Aemet ha pronosticado que "si no cambia el escenario de partida", en referencia a las emisiones de gases de efecto invernadero que se emiten en la actualidad, a final de siglo las temperaturas en Castilla y León podrían aumentar entre 3 y 4 grados, mientras que las precipitaciones disminuirían en un 20 por ciento según las estimaciones que manejan.

Además, Ortiz destacó que este verano se registraron temperaturas elevadas durante un gran número de días debido a la estabilidad atmosférica reinante, que conllevó una menor formación de tormentas y una reducción de las precipitaciones, y que los datos ofrecen "evidencias compatibles con el cambio climático".

Asimismo, el delegado de la Aemet señaló que éste ha sido el séptimo más caluroso desde el año 1971, aunque al mismo tiempo recordó que en la última década se han registrado hasta cuatro veranos (2003, 2005, 2006 y 2009) con temperaturas medias superiores al de 2010.

En cuanto a las precipitaciones, el verano del presente año ha sido "normal", con chubascos y tormentas escasas e irregulares, aunque en la franja norte de León y la provincia de Segovia ha resultado más húmedo, y con "pocas" descargas eléctricas, ya que se cifraron en 29.535, muy por debajo de la media, que se sitúa en 54.962 rayos.

Por otro lado, el año hidrológico, que finaliza en octubre, se ha caracterizado en Castilla y León por unas precipitaciones "claramente superiores" a sus valores medios, ya que superan éstos en un 20 por ciento.

Por último, este verano se emitieron aproximadamente un 30 por ciento menos de avisos, de los cuales el 58 por ciento estuvieron relacionados con las temperaturas máximas y las olas de calor.