El centro cívico del Fondo se convirtió ayer en el lugar de reunión de los afectados y sus abogados para analizar de forma individualizada cada caso. La ley del silencio se impuso y nadie quiso hablar a la salida.

Por la tarde comenzó el derribo de forma manual de los tres edificios afectados y la casa de la calle Sant Lluís. Mañana o el jueves entrarán las máquinas y se espera que en 15 días sólo quede el solar para volver a edificar. Los materiales retirados se llevarán a una nave donde los vecinos podrán ir a intentar recuperar algún objeto más, tal como también se hizo cuando el hundimiento del Carmel. Las obras para reconstruir los edificios no comenzarán «antes de un mes», según informó ayer Lluís Falcón, jefe de proyectos del Ajuntament. En el edificio de la calle Liszt derrumbado hace cuatro años después de otra explosión de gas aún no se ha edificado.

Los nueve heridos siguen «estables dentro de su gravedad» en la Vall d’Hebron.

Dos fugas más en Alcover y Reus

Dos máquinas excavadoras provocaron ayer dos escapes de gas en Alcover y Reus después de perforar una cañería. Ello obligó en Alcover al desalojo de unos 70 vecinos del número 23 de la avinguda de Reus, que no pudieron volver a sus casas hasta bien entrada la tarde. En la capital del Baix Camp el escape no produjo el desalojo de ninguna vivienda ya que se produjo junto a un solar deshabitado. Eso sí, hubo que cortar el tráfico por la carretera de Castellvell.