Otras 40 familias sobreviven como pueden en viviendas que están llenas de grietas, con humedad, que se caen... Y que además, sufren los acosos de las ratas. «Por las noches se intentan meter por el fregadero de la cocina», cuenta una vecina que asegura no poder más.

El Espíritu Santo es un complejo de cerca de 200 viviendas sociales, construidas en los años cincuenta y de titularidad municipal.

«Llevamos tres años luchando para que la Concejalía de Vivienda realoje a esos vecinos en nuevas viviendas y se acabe con las ratas y la basura, pero no hacen nada», explica Fuensanta Ruiz, presidenta de la Asociación de Vecinos de Espinardo.

En los años setenta y noventa se llevó a cabo una remodelación de las viviendas y la construcción de casas, pero «desde hace diez años no se ha hecho ninguna más», explican los vecinos.

Además, la suciedad y dejadez está aumentando la conflictividad del barrio. «Se vende droga y se organizan peleas de gallos en la puerta de la iglesia», denuncian.

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Desratizarán la zona esta semana

La Concejalía de Sanidad actuará hasta el 20 de enero en Espinardo para acabar con las  ratas. Aún así, «si no se tiran abajo las casas abandonadas   volverán», cuentan los vecinos. En la junta vecinal del pasado viernes se pidió a la Concejalía de Vivienda una solución definitiva. «Nos dicen que no tienen dinero», explica Antonio Rico, secretario de la asociación de vecinos. El pasado viernes, la concejala del ramo, María José Velasco, visitó el barrio para evaluar la situación de la zona y decidir si hacen nuevas viviendas.

María Peñalver.

Ama de casa. «Las casas y el alcantarillado están en muy mal estado. Por las noches escuchamos a las ratas como arañan en la bañera. Llevamos un montón de tiempo denunciando esta situación y nos dicen que no hay dinero».

Luisa Hernández.

Ama de casa. «Hay basura por todas partes. La gente ha tomado por costumbre tirarlo todo a las casas que están abandonadas. Es un peligro para los niños que se meten dentro de las casas y pueden coger una infección».

Amparo Garrido.

Limpiadora. «Tenemos ratas por todos lados. Así no podemos seguir viviendo. Todo está muy sucio y hay malos olores cuando aprieta el sol. Por no hablar de los niños que juegan en las casas abandonadas rodeados de cables».