Mark Nation, el abogado representante de los familiares de Cristopher Penley, de quince años, anunció hoy en rueda de prensa que los órganos del joven serán donados y que probablemente sea declarado muerto esta noche.

En declaraciones al diario "Orlando Sentinel", Nation dijo que Penley recibió un disparo en la cabeza. El alumno, que cursaba el octavo grado, resultó herido ayer, viernes, tras enfrentarse con una pistola de perdigones a los policías que intentaban detenerlo en un baño de la escuela de grado medio Milwee, cerca de la localidad de Longwood, al norte de Orlando.

El incidente se originó en una discusión entre el menor armado con la pistola, modificada para parecer real, y otros dos alumnos, que derivó posteriormente en una persecución policial de casi una hora que terminó con el joven herido.

El colegial fue perseguido por miembros del equipo de respuesta rápida (SWAT) alrededor del recinto escolar antes de parapetarse en el baño del colegio, donde amenazó con la pistola a los oficiales, que al pensar que era real, le dispararon, dijeron las autoridades.

La policía del condado de Seminole reconoció en una rueda de prensa posterior al incidente que la pistola que llevaba Penley era de perdigones, pero modificada para parecer una de nueve milímetros, y aseguró que el niño manifestó antes de ser herido que tenía intenciones suicidas.

Según los alguaciles, el suceso se produjo cuando dos estudiantes observaron lo que creyeron se trataba de un arma real y al increparlo, el agresor retuvo a uno de sus compañeros en un armario brevemente. El hecho, en el que ningún otro estudiante o profesor resultó herido, forzó la evacuación de más de 1.000 alumnos del centro escolar y ha conmocionado a la comunidad estudiantil de esa ciudad de Florida.