La testosterona pierde fuelle en la Semana de la Moda de Nueva York.
A la osadía de un clásico de la moda masculina como Tom Ford, que se ha lanzado a presentar su primera colección femenina en seis años, se han unido las líneas ambiguas de Tommy Hilfiger, mezclando sin sonrojarse el rosa y los cuadros en sus trajes de chaqueta para hombre, y la sensual coquetería del colombiano Edwing D’angelo, que ha hecho del nude su bandera.
Lacoste, en cambio, ha preferido inspirarse en la geometría del Op-Art y la Bauhaus.
Entre tanto, los españoles ganan terreno: a la aplaudida puesta en escena de Custo, el más veterano en esta cita, se unió Joaquín Trías, que se estrenó hace dos años en estas lides y en esta ocasión optó por una gama sobria en tonos crudo, marrón y rojo. David Delfin cerrará el certamen el jueves 16.
No faltaron Diane von Fustenberg, Carolina Herrera y Donna Karan.
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