La vida de Alfonso de Borbón, duque de Cádiz, llega a la pequeña pantalla

  • Telecinco emite este miércoles una miniserie de dos episodios.
  • Pretenden tratar la figura del aristócrata "lejos de la carnaza".
  • Los protagonistas son José Luis García-Pérez y Cristina Peña.

La figura de Alfonso de Borbón, duque de Cádiz, será la protagonista este miércoles de Alfonso, el príncipe maldito, una miniserie que emitirá Telecinco (22 h) con el fin de mostrar la vida convulsa de "un hombre que buscaba tener una familia como nunca tuvo", según José Luis García-Pérez, actor que encarna al aristócrata.

La idea de esta ficción, compuesta por dos episodios de 80 minutos de duración, es disipar, lejos del amarillismo y la carnaza, el "oscurantismo" que rodea a la historia de este ser "amable" y "luchador" cuya vida transformaron las tragedias.

"Cuando lees sobre él, encuentras que era un tipo un poco estirado, un poco antipático. Sin embargo, cuando hablas con gente cercana a él, la imagen que te dan es totalmente diferente: la de un padrazo que es amable, encantador y muy educado. Todo el mundo me habla de una educación y galantería exquisitas", sostiene García-Pérez.

Varios finales en su vida

La fatalidad fue una constante que marcó "en el espíritu y en lo físico" al primo del Rey don Juan Carlos. El actor considera que Alfonso no sólo tuvo una muerte trágica, sino que hubo de hacer frente a varios finales en su vida.

Entre ellos, el de apagar su ansia política, la ruptura con "el amor de su vida", Carmen Martínez-Bordíu, la muerte de su padre y, sobre todo, la pérdida de su hijo Francisco en un accidente de tráfico que a punto estuvo de costarle la vida.

Es Cristina Peña la encargada de interpretar a la nieta del dictador Francisco Franco, una mujer "con mucha fuerza, muy independiente y que está muchas veces por encima de todo, incluso de su abuelo". "Ella tiene una frase en el guión que la define perfectamente: 'Ni mi abuelo me dice lo que tengo que hacer'. Es un espíritu totalmente libre", sostiene Peña, quien destaca lo difícil que le ha resultado encontrar información sobre la juventud de Martínez-Bordíu.

"Normalizar" el personaje

El elemento esencial para transformarse en esta "mujer que ha formado parte de la historia" ha sido la sonrisa: "Siempre ha afrontado las cosas con mucha alegría y ha tenido ganas de seguir tirando para delante. De no ser así, con esa vida, cualquier otra persona se hubiera hundido en la miseria".

Por su parte, para trazar un retrato fiel del duque de Cádiz, para "normalizarlo" y quitar de él la verdad "supuesta", García-Pérez ignoró el papel couché -"la prensa del corazón no enseña la verdad de la vida de la gente, sino lo que se quiere inventar sobre la vida de la gente", dice- y se sumergió en la bibliografía relativa a su figura.

Además de bucear en las memorias del nieto de Alfonso XIII, pudo hablar con Mirta Miller, con quien el aristócrata mantuvo una relación sentimental, y con otras personas de su entorno.

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