La sombra de los disturbios del año pasado en Pozuelo de Alarcón todavía planea sobre la región. Los ayuntamientos temen que esta vez los vándalos decidan reventar sus fiestas, pero se han propuesto ponérselo difícil. Para ello, a los habituales dispositivos de seguridad (formados por policías, vallas y control de armas y bebidas alcohólicas) se suma ahora una medida de vigilancia novedosa en estos eventos: los municipios están contratando cámaras de vídeo para grabar en los recintos feriales, exclusivamente durante los días que duren los festejos.

La experiencia se ensayó por primera vez el pasado junio en las fiestas de Tres Cantos y ahora, en plena temporada de festejos populares, se está extendiendo por el resto de la región. El Ayuntamiento de Pozuelo lleva toda la semana grabando lo que ocurre dentro de su recinto ferial con dos cámaras instaladas en los extremos del perímetro. "El Consistorio ha alquilado el sistema de forma puntual para la semana de fiestas. Cuando finalicen, se desinstalará", según Francisco J. Gallego, responsable de Sice Seguridad, la empresa proveedora.

Además, la Comisión de Videovigilancia (integrada por el presidente del TSJM, la Delegación del Gobierno y los Cuerpos de Seguridad) ha autorizado la grabación de imágenes en municipios que ya están en vísperas de fiestas, como Majadahonda, Móstoles y Las Rozas. "Son parte de las medidas de seguridad sugeridas por la delegada de cara a las fiestas patronales, para disuadir a los alborotadores y poder tener pruebas si hay conflictos", explica un portavoz de la Delegación.

Este fin de semana

Móstoles estará en fiestas desde este viernes hasta el próximo miércoles. Oficialmente, Majadahonda vivirá sus días grandes entre el lunes 13 y el domingo 19, aunque este fin de semana ya se prevén grandes aglomeraciones en sus calles. Mientras, Las Rozas celebrará sus festejos la última semana de septiembre.

Las cámaras de Móstoles (en el recinto de Finca Liana) y las de Las Rozas (junto a la Dehesa de Navalcarbón) seguirán instaladas cuando finalicen las fiestas, pero no volverán a grabar hasta el año que viene. Las imágenes se verán en tiempo real en instalaciones controladas por la Policía y el contenido debe ser destruido a los 30 días de su grabación.

Visión nocturna y control remoto

Nada escapará al control de las cámaras de vigilancia en las fiestas patronales. Los dispositivos están preparados para la visión nocturna, graban a 360º y tienen un potente zoom. Además, los agentes de Policía que reciben las imágenes podrán variar el tiro de las cámaras a distancia mediante control remoto. Para proteger la intimidad de los vecinos, los aparatos no pueden grabar los edificios de viviendas y se debe avisar con carteles de la presencia de videovigilancia.