Allí dentro, la noticia no es el pavoneo de los presos del Este, cavilando contra qué pared se mea mejor, sino la construcción de una cárcel nueva a la que sólo unos pocos de los 215 funcionarios querrían ir, pero con un carguito. No habrá desbandada. Nadie quiere comerse el marrón en una prisión a la que irán a parar los más conflictivos. Tendrá 14 módulos y uno, para lo peor de lo peor. De ahí el augurio: los dos primeros años serán terribles. ¿Dónde estará la cárcel? Se sabe que en un radio de 30 km de Murcia. Dentro de Sangonera se da por hecho que estará en Campos del Río.

Ya han descartado a Mula y Fuente Álamo. Pero suena Molina como la tapá.