La Cruz de los Jóvenes, entregada por Juan Pablo II en 1984 como símbolo de unidad y de paz, peregrinará por Cantabria del 12 y el 18 de septiembre, con un recorrido que la llevará a Santander, Santa Cruz Bezana, Maliaño, Torrelavega, Cabezón de la Sal, San Vicente de la Barquera o el centro penitenciario de El Dueso, entre otros.

Este recorrido se enmarca, junto con la acogida de peregrinos el año que viene, dentro de los preparativos de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), que tendrán lugar entre el 15 y el 22 de septiembre de 2011 en Madrid y contarán con la presencia del Papa Benedicto XVI.

El obispo de Santander, Vicente Jiménez Zamora, ha presentado estas actividades en rueda de prensa y ha señalado que las Jornadas de la Juventud reunirán en Madrid a unos 2,5 millones de jóvenes de todo el mundo, de los que unos cien serán cántabros. Ha precisado que aunque este acontecimiento va destinado principalmente a los jóvenes, también se dirige a toda la sociedad cristiana.

El obispo ha estado acompañado por el delegado diocesano pastoral de Juventud, Jesús Casanueva; el seminarista de Seminario Mayor de Monte Corbán, Ricardo Díaz Ruiz; y dos jóvenes de la cofradía de los Dolores, Laura Blanco Peña y Carlos Nodal.

Casanueva ha subrayado que la llegada de la Cruz de los Jóvenes a Cantabria es la "peregrinación de la esperanza" y supone un "acontecimiento histórico" para la iglesia de Santander y para toda la región por "los valores históricos y espirituales que representa".

En esta línea, ha señalado que la peregrinación tiene dos objetivos, por un lado, sensibilizar a toda la comunidad cristiana, pero especialmente a los jóvenes acerca de las Jornadas Mundiales. Por el otro, "centrar nuestra mirada en el Señor y en su Cruz, así como fortalecer el reconocimiento a Jesucristo".

La peregrinación

La Cruz de los Jóvenes será recogida el día 12 en Oviedo y transportada hasta Santander, donde a las 21.30 horas se realizará una vigilia de adoración en la Catedral de Santander.

En el resto de las localidades que visitará se llevarán a cabo viacrucis, vigilias o procesiones. Así, el día 13, la cruz se trasladará a Bezana, a las 11.00 horas; Maliaño, a las 15.30; y Torrelavega, a las 20.30. Al día siguiente, los fieles podrán adorarla en Los Corrales de Buelna, a las 11.30 horas, en Reinosa, de 16.00 a 18.30 horas, y en Cabezón de la Sal a las 20.30 horas.

El día 15, la cruz estará en la residencia de ancianos de Terán de Cabuérniga, a las 11.00 horas, y en Potes a las 20.30. El día 16 viajará a San Vicente de la Barquera, donde permanecerá hasta las 11.00 horas. Por la tarde, recorrerá la Bahía de Santander hasta Pedreña, de 17.00 a 18.30 horas para, finalmente, llegar a Solares a las 20.00 horas.

El día 17 por la tarde será recibida en el Centro Penitenciario El Dueso en Santoña, de 16.00 a 17.00 horas, y en Colindres, a las 21.30 horas. Por último, el día 18 será acogida en el Santuario de la Bien Aparecida, donde será recogida por jóvenes de Vitoria tras la misa de las 12.00 horas.

Llegada de peregrinos

En el marco del JMJ, la Diócesis de Santander acogerá también a jóvenes de todo el mundo del 11 al 15 de agosto del próximo año. Así, está prevista la llegada a Santander de, al menos, 322 peregrinos, 300 procedentes de Suiza y 22 de Estados Unidos.

Estos jóvenes serán acogidos en parroquias, polideportivos colegios y familias, siendo este último "el alojamiento más solicitado", según ha explicado Casanueva. Los 16 arciprestazgos de la Diócesis han creado equipos de trabajo para habilitar estos lugares de acogida

Estos equipos locales, prepararán también actividades religiosas culturales y religiosas para que los peregrinos conozcan "nuestras costumbres y nuestra forma de vivir el evangelio y la fe", según ha explicado Díaz Ruiz.

Nodal ha destacado que, como seminarista, es una buena oportunidad para mostrar que en Cantarbia hay jóvenes que "dan la vida por el Evangelio". Por su parte, Blanco ha subrayado que estas jornadas servirán también para "fortalecer nuestra fe, y decir sin miedo y con orgullo que somo cristianos, algo que parece que está mal visto en esta sociedad".

En esta línea, también ha añadido que estas jornadas "rompen el prototipo de las cuatro beatas que van a misa, ya que resulta reconfortante pensar que los valores cristianos continuarán en el mundo mientras nosotros estemos aquí".