La 28 Feria de Gastronomía de Valladolid arranca con "expectativas" por la afluencia de público y la nueva carpa central

La XXVIII Feria de Gastronomía y Folclore de Valladolid ha arrancado hoy con "grandes expectativas" por la "buena" respuesta del público vallisoletano y la instalación para esta edición de una nueva carpa central, que ofrece más espacios de sombra y un mayor desahogo para los accesos a las casetas.

La XXVIII Feria de Gastronomía y Folclore de Valladolid ha arrancado hoy con "grandes expectativas" por la "buena" respuesta del público vallisoletano y la instalación para esta edición de una nueva carpa central, que ofrece más espacios de sombra y un mayor desahogo para los accesos a las casetas.

Los responsables de las Casas Regionales situadas en el recinto Ferial de Valladolid, ubicado junto al estadio José Zorrilla, coincidieron en destacar el acierto que ha supuesto la instalación de una carpa central, con la que se ha ganado espacio principalmente en las inmediaciones de las casetas, ya que ahora la gente puede pedir sus platos y bebidas y consumirlos sin obstruir el acceso a las barras.

Una de las casetas más concurridas era la de la Casa de Andalucía, la más grande de la feria, con una superficie de 600 metros cuadrados y su característico 'pescaíto' frito, cazón o rebujito, amén de un ambiente que trasladaba a las ferias primaverales de esa zona de España a través de la música, farolillos y alguna que otra joven vestida de sevillana.

El responsable del recinto andaluz, José Manuel Gómez, aseguró que la recién estrenada edición de la Feria va "mejor de lo previsto". Allí esperan agotar los 5.000 litros de rebujito o los 2.000 kilos de chopitos de los que disponen para los próximos días, que prepararán con "la freidora más potente que hay actualmente en España".

En la casa asturiana también se afanaban en atender lo mejor posible a los muchos visitantes que andaban en busca de sidra, fresca, "un gran reclamo en verano" o patatas con cabrales, sus productos "estrella", aunque los bollos 'preñaos' y el chorizo a la sidra también ejercían de imanes para las masas.

"La gente de Valladolid responde siempre muy bien al Centro Asturiano, y por otra parte hay que felicitar al servicio de la limpieza porque su labor es inmejorable. Hay que tener en cuenta que por aquí pueden llegar a pasar miles de personas al día", recordaron el presidente y el secretario de la Casa Regional asturiana, Jorge Díaz-Escandoz y Joaquín Pertierra, respectivamente.

Por otro lado, los mejillones y el pulpo se repartían sin descanso en la caseta de la Casa de Galicia, tanto es así que anoche los bivalvos se agotaron ante la masiva demanda, aunque allí estaban los pimientos, lacón, oreja o empanadas de carne o atún para coger el relevo.

Estos días se consumen unos 4.000 kilos de mejillones y 3.000 de pulpo, como aseguró el presidente de la Casa de Galicia, Antonio Barbosa, quien además reconoció que la gente de Valladolid "responde muy bien" y que, de momento, "no se ha notado para nada la crisis".

Representación castellanoleonesa

Una de las casetas presentes en la Feria en representación de la Comunidad es la de Segovia, donde una de las responsables diseccionó al público en función de sus preferencias gastronómicas: "Los matrimonios piden lomo a la plancha y chorizo; los solteros prefieren los judiones de La Granja, y en general se sirve 'cochifrito' y el almuerzo del pastor, que incluye patatas, huevo y lomo, aunque la croqueta de lechazo también se pide muchísimo".

Además, recordó que "la mayoría" de las Casas Regionales "subsisten" durante el año gracias a los ingresos de esta semana, unas cantidades que se destinan a la organización de actos culturales como representaciones teatrales".

El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, quien inauguró la Feria junto al presidente de la Federación de Casas Regionales, José Luis Bellido, subrayó que "el problema que había era el sol", pero "con 600 metros más de sombra y mesas y mostradores" la gente "va a las Casas Regionales, pide la consumición y se viene a tomarlo bajo la carpa", con lo que se liberan "un poco las colas que había antes en los mostradores de las casas", según manifestó.

Asimismo, el regidor vallisoletano destacó que hay "más gente e infraestructuras mejoradas" y recordó que el problema del recinto ferial es que los árboles escasean y se pasa "mucho calor".

"Mejor este calor que el frío que me movió hace once años a plantearme cambiar las fechas de las ferias", apostilló De la Riva.

Por otro lado, el primer edil de Valladolid reiteró su felicitación a los servicios de limpieza. "El viernes después del pregón la ciudad estaba hecha una auténtica cochambre y el sábado estaba impecable. La ciudad está limpia porque hay un servicio de limpieza espléndido, pero no cuesta nada tirar las cosas a la papelera en vez de al suelo", finalizó.

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