El consumo de cigarrillos sigue cayendo en Cantabria, con un descenso acumulado del 9,3 por ciento en los siete primeros meses del año. En el lado opuesto, se mantiene la senda creciente de otros tipos de tabaco, en especial el de liar, que en ese tiempo ha aumentado casi un 57 por ciento sus ventas con respecto al mismo periodo del pasado año.

De todas maneras, los cigarrillos siguen liderando el consumo de tabaco, a gran distancia de los cigarros (puros) y el tabaco para pipa y para liar, y su recaudación crece pese al descenso de las ventas, debido a las subidas de precios. Así se observa en los últimos datos del Comisionado para el Mercado de Tabacos.

Según esos datos, recogidos por Europa Press, hasta finales del mes de julio se vendieron en la región más de 28,3 millones de cajetillas de cigarrillos, frente a los casi 31,3 millones del mismo periodo de 2009, lo que supone un descenso del 9,3 por ciento.

No obstante, la recaudación subió un 5,8 por ciento, pasando de unos 87,1 millones de euros recaudados de enero a julio de 2009, a más de 92,2 millones en las mismas fechas de este ejercicio.

En total, el importe de las ventas de tabaco en Cantabria (sumados cigarrillos, puros, tabaco para liar y para pipa) creció hasta finales de julio un 7,17 por ciento, situándose cerca de 99,4 millones de euros, 6,6 millones más que en los siete primeros meses de 2009.

Las ventas de cigarrillos siguen siendo las más destacadas. Los 28,3 millones de cajetillas (de 20 unidades) vendidas —unos 567 millones de cigarrillos—, suponen un desembolso de 92.260.140 euros.

A continuación se sitúan las ventas de puros, con 16 millones de unidades vendidas (un 31,3% más que un año antes), lo que se ha traducido en una recaudación superior a 4,7 millones de euros (un 7,1 por ciento más).

Por su parte, de tabaco para liar se vendieron hasta julio 26.270 kilos (prácticamente un 57% más que en el mismo periodo de 2009), por importe superior a 2,3 millones de euros (+113%).

Y por lo que respecta al tabaco para pipa, aumentó también su consumo, pasando de 681 a 987 kilos, una subida en torno al 45 por ciento, que en términos económicos se plasmó en un aumento del 40 por ciento, al pasar de unos 42.600 euros en los siete primeros meses de 2009, a más de 59.600 en el mismo tiempo en 2010.