Más de un millar de referencias textuales y estéticas del poeta vallisoletano Francisco Pino se exponen a partir de hoy en el Museo de la Pasión de Valladolid en una muestra que permite al público "entrar en las propias páginas" de la obra del autor, como expresó durante la inauguración de la misma el alcalde de la ciudad, Francisco Javier León de la Riva, gran amigo del literato.

La exposición de la obra de Pino, Hijo Predilecto de Valladolid desde el año 2000, dos años antes de su fallecimiento, pretende no sólo servir de homenaje al poeta en el centenario de su nacimiento sino además dejar constancia de la vida y obra de un creador "injustamente olvidado" en estudios y biografías aunque ello fuera por la obstinación del propio autor de "permanecer al margen".

Así, aunque sus creaciones sólo llegaban a distribuirse entre amigos y en cifras no superiores a los cien ejemplares, la colección del vallisoletano es tan "rica" que, como señaló el comisario de la muestra e investigador y recuperador de la creación de Pino, Antonio Piedra, "podría llegar a llenar 15 estancias como la Sala de Exposiciones del propio Museo de la Pasión".

Gran parte de ella, en forma de más de cien poeturas, más de 60 cuadros, collages, libros objeto, masas líricas, diseños de libros, utensilios poéticos y ediciones así como dos instalaciones arquitectónicas que acompañan al poema, conforma la que el comisario calificó como la "primera gran exposición" sobre su persona y obra, que lleva como título 'Propio Infinito'.

"Es la primera que en verdad justifica la aproximación al poeta más vanguardista de la literatura española", manifestó Piedra, quien destacó que el título de la exhibición —procede de un verso de uno de su libro 'Y por qué'— responde al "peso" del propio Pino "por sentirse a gusto con la inquietud de las cosas que proyecta al universo" y expresó que el vacío está en la muestra "lleno de materia orgánica".

El título resume su quehacer artístico como uno de los artífices de la poesía experimental con rasgos propios y definibles y totaliza una visión poética que, arraigada también en el verso tradicional, "está surcada por infinitas búsquedas y perspectivas espaciales".

Antonio Piedra, quien explicó que la esencialidad del literato "se apoya tanto en la vanguardia como búsqueda como en el clacisismo como método de entendimiento", recalcó que en la exposición la modernidad está presente no sólo en la obra más antigua del autor, de 1930, sino también en la última, de 1999.

La muestra, en cuya inauguración estuvieron presentes asimismo el hijo del poeta, Francisco Pino, y la concejal de Cultura y Turismo, Mercedes Cantalapiedra, está organizada por el Ayuntamiento de Valladolid y la Fundación Jorge Guillén con la colaboración del Ministerio de Cultura, la Sociedad Estatal de Conmemoraciones, la Junta de Castilla y León, la Diputación de Valladolid, la Universidad de Valladolid, la Fundación Joaquín Díaz, y Simancas Ediciones.

La colección podrá verse hasta el 12 de octubre de martes a domingo de 12.00 a 14.00 horas y de 18.30 a 21.30 horas. Existen visitas guiadas para el público en general de martes a sábado a las 20.30 horas y los domingos a las 13.00 horas.