El Ayuntamiento cede un retrato de Fray Valentín Morán a Teror (Gran Canaria) para una exposición temporal

El Ayuntamiento de Avilés cederá temporalmente el retrato al óleo del religioso avilesino Fray Valentín Morán (1694-1767), que se encuentra en el salón de recepciones, al consistorio de Teror (Gran Canaria). El consistorio asturiano ha indicado que esta acción tiene como fin que el cuadro se muestre en una exposición que se organiza en Canarias coincidiendo con el 250 aniversario de la construcción de la basílica en honor de la Virgen del Pino.

El Ayuntamiento de Avilés cederá temporalmente el retrato al óleo del religioso avilesino Fray Valentín Morán (1694-1767), que se encuentra en el salón de recepciones, al consistorio de Teror (Gran Canaria). El consistorio asturiano ha indicado que esta acción tiene como fin que el cuadro se muestre en una exposición que se organiza en Canarias coincidiendo con el 250 aniversario de la construcción de la basílica en honor de la Virgen del Pino.

El retrato representa a Fray Valentín con la tonsura y los hábitos blancos característicos de los mercedarios, mientras que su condición de obispo se refleja en el crucifijo y el anillo de piedras preciosas. El avilesino fue, entre otros cargos, procurador general de su orden y obispo de Canarias durante la edificación de la citada basílica (1760).

El Ayuntamiento de Teror se puso en contacto con la concejalía de Cultura de Avilés al ser éste retrato el único que se conserva del prelado. La exposición conmemorativa permanecerá abierta del 3 al 19 de septiembre y ha permitido al Ayuntamiento de Avilés ahondar en el conocimiento sobre la autoría de una obra que, hasta ahora, figuraba como de autor desconocido. Diversas investigaciones han fijado al pintor y escultor nacido en La Laguna (Tenerife) José Rodríguez de la Oliva como pintor de la misma. El artista tinerfeño la realizó aprovechando una visita pastoral de Fray Valentín Morán.

Con la renuncia del obispo a su cargo, motivada por una grave enfermedad, Fray Valentín Morán se retiró al convento mercedario de Sabugo, en Avilés. El retrato que, viajó con él, formó parte del patrimonio del convento de la Merced hasta la desamortización que se produjo en el siglo XIX, tras la que pasó a formar parte del patrimonio municipal avilesino.

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