Sevilla pasa al nivel naranja del Plan de Prevención de Altas Temperaturas de Salud y Málaga al amarillo

Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) han indicado que la provincia de Sevilla pasa al nivel de alerta naranja del Plan de Prevención de Altas Temperaturas de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ya que se han superado sus temperaturas umbrales máximas y mínimas durante los últimos cuatro días, al igual que en Málaga que permanece en nivel amarillo de Salud.

Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) han indicado que la provincia de Sevilla pasa al nivel de alerta naranja del Plan de Prevención de Altas Temperaturas de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ya que se han superado sus temperaturas umbrales máximas y mínimas durante los últimos cuatro días, al igual que en Málaga que permanece en nivel amarillo de Salud.

En concreto, según ha detallado en un comunicado el departamento que dirige María Jesús Montero, las temperaturas umbrales de la provincia de Sevilla son 40 grados de máxima y 22 de mínima y en Málaga, 36 de máxima y 23 de mínima.

El nivel amarillo del Plan de Prevención de Altas Temperaturas se activa cuando las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología indican que durante uno o dos días seguidos se podrían superar las temperaturas umbrales máximas y mínimas en una provincia concreta. Por su parte, el nivel naranja se activa cuando son tres o cuatro días seguidos y la roja cuando son cinco o más.

No obstante, Cádiz pasa a nivel verde lo que supone que seis provincias andaluzas —Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva y Jaén— se mantienen este sábado en este nivel de riesgo cero. RECOMENDACIONES

Ante el incremento de temperaturas, la Consejería de Salud recomienda a la población seguir sencillas medidas preventivas de hidratación y alimentación, así como evitar la exposición al sol en las horas centrales del día. Todas estas medidas deberán intensificarse en los grupos de mayor riesgo: ancianos, niños y enfermos crónicos.

En este sentido, es importante beber abundante agua, incluso aunque no exista sensación de sed, evitar las salidas y la realización de actividad física en las horas de más calor, mantener la casa fresca, llevar ropa ligera y procurar que los medicamentos estén bien conservados.

Estas medidas deberán intensificarse en aquellos pacientes tratados con diuréticos o con neurolépticos y psicofármacos —antipsicóticos, barbitúricos— en tanto en cuanto deprimen la regulación de la temperatura corporal y, por tanto, la sensación de calor y la necesidad de beber agua, pudiendo llegar a ocasionar problemas por deshidratación o por exposiciones prolongadas a altas temperaturas.

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