Los más inquietos. Daoiz y Velarde no estuvieron siempre en su actual ubicación: la plaza del Dos de Mayo. Antes, adornaban la entrada del Museo del Prado. Fue en 1822.
Luis Miguel AparisiTambién estuvieron en El Retiro. Las estatuas de los héroes de la resistencia contra los franceses también ocuparon un lugar en el parque de El Retiro. Exactamente hasta el año 1869.
Luis Miguel AparisiAl final, en su plaza. Daoiz y Velarde ocupan ahora la plaza del Dos de Mayo, en el barrio de Malasaña. Allí parecen haber encontrado su acomodo definitivo. Por lo menos, hasta el momento.
Jorge ParísQuevedo, en Alonso Martínez. En 1902, la estatua de Francisco de Quevedo y Villegas oteaba Madrid desde esta céntrica plaza. La efigie fue esculpida por Agustín Querol.
Luis Miguel AparisiAhora, en su glorieta. Es donde ha acabado el monumento al escritor, que cuenta además con una parada de Metro en su honor. Allí fue trasladado en 1965.
Jorge ParísGoya arrancó en El Prado. La estatua de Francisco de Goya, obra de Llaneces, fue inaugurada en 1904 junto al Museo del Prado. En 1925 recaló en la Esalera de Honor del Ayuntamiento (ahora, su lugar lo ocupa el monumento a La Mariblanca) y más tarde –en 1986- fue trasladada a la glorieta de San Antonio de La Florida (ahora en obras), donde permanece en la actualidad.
Luis Miguel AparisiUno de los cambios más recientes fue el de la popular violetera, que desde 1991 y hasta hace poco lucía sus encantos en el cruce de la calle de Alcalá con Gran Vía. Pero ella y su mantón de manila fueron trasladados en2003.
Luis Miguel AparisiA un lugar más castizo. Tras pasar un tiempo en un almacén, lugar al que fue retirada por las múltiples críticas que suscitó su presencia en las calles de Madrid, la violetera encontró acomodo en la plaza de Gabriel Miró, en la zona de Las Vistillas.
Jorge ParísDe París a Moncloa. Esta obra de Fremiet estuvo durante décadas ante el museo del Louvre, en París. En 1928 fue trasladada a Ciudad Universitaria, donde continúa. Aunque durante la Guerra Civil fue destruída parcialmente, como se puede apreciar en la imagen.
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