Coag-Ir Totana señala que las lluvias torrenciales que en el municipio se han sucedido en estos últimos días, que han llegado a superar los 60 litros por metro cuadrado, han ocasionado daños considerables en las parcelas de uva de mesa, daños que se han visto incrementados por una sucesión de días con humedades relativas altas, con escaso viento y elevadas temperaturas.

Para el sindicato la conjunción de estas condiciones meteorológicas, esta favoreciendo la aparición en uva de mesa de podredumbres provocadas por hongos de tipo Penicillium, Aspergillus, y en menor medida Botrytis y también se esta observando un incremento de podredumbre ácida.

De este tipo de podredumbres que afectan al racimo, solo Botrytis tiene cierta posibilidad de control (siempre preventivo), utilizando productos contra Botrytis específicos. Para el resto de podredumbres (ácida y fúngicas secundarias) no hay posibilidad de control efectivo en estos momentos.

Coag-Ir afirma, que a pesar de que los agricultores vienen aplicando medidas preventivas como el uso de plásticos en los parrales, medida que se ha extendido estos últimos años, los daños en cantidad y calidad serán importantes.

Según la organización el municipio más afectado ha sido Totana, seguido de Aledo y Alhama, estando afectadas las variedades Superior, Dominga, Red Globe, Crimson, Napoleón, Autum Black y Autum Royal.

Sin embargo, el sindicato afirma que aunque estas lluvias torrenciales también han provocado daños en infraestructuras, estos "son mínimos".

Por otro lado, el agua caída también ha ocasionado daños en pimiento, donde debido al volumen de las precipitaciones se están observando parcelas con asfixia radicular.

A pesar de que ya se observan los daños en uva de mesa, a lo largo de los próximos días, se empezarán a observar el aumento de estos, pudiendo darse el caso de que dicho aumento sea a niveles elevados en algunas de estas parcelas que incluso podría a alcanzar el total de las mismas en algunos casos, lo que va a suponer un descenso de mano de obra, ya que, en estas fechas de recolección es cuando más mano de obra se precisa.

A su juicio los daños producidos por estas lluvias podrían alcanzar el nivel de pérdidas que ocasionaron las lluvias del año 2006 donde se llegaron a ver afectadas un total de aproximadamente 600 hectáreas de uva de mesa.