La Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC) considera que, tras el conocimiento de la Declaración de Impacto Ambiental desfavorable de la Autopista Dos Mares, la obra ha sufrido "un varapalo prácticamente irreversible" que obliga a "replantearse de nuevo como sacar a Cantabria de su marasmo infraestructural".

En ese sentido ADIC, ha afirmado que se trata de la "crónica de una muerte anunciada", pues a pesar de ser una obra "imprescindible" para el futuro de la región, "sólo creyó en ella Cantabria, y nadie más a pesar de las muestras de apoyo de Aragón y Asturias".

En este sentido, destaca del informe el "fuerte rechazo de algunas administraciones públicas" de Castilla y León y la "falta de alternativas consistentes" del Ministerio de Fomento ante las alegaciones presentadas.

La asociación cantabrista lamenta que se haya producido este desenlace, "pero la legislación está para cumplirse", y también la "escasa maniobrabilidad" de Fomento ante las alegaciones presentadas, Ministerio al que acusa "desidia" a la hora de afrontar un proyecto "muy delicado y extremadamente sensible medioambientalmente hablando".

Como la resolución deja "poca capacidad de maniobra" y ADIC cree que el proyecto, tal y como se conoce, es "insalvable", y que otro nuevo supondría demorar "por tiempo indefinido la resolución definitiva", la asociación considera que "urgen nuevas soluciones" para la conexión de Cantabria hacia el Valle del Ebro y, por extensión, al País Vasco.

Al respecto, opina que Cantabria debe exigir que se retome la "ahora imprescindible" unión por autovía de Aguilar de Campoo y Burgos, y que es "fundamental" dotar de partida presupuestaria la ampliación y mejora de la conexión con Bilbao por autovía y exigir una solución ferroviaria que conecte Cantabria con el Valle del Ebro.