Expertos en educación han abogado en Santander por "universalizar el conocimiento" para incrementar la "flexibilidad laboral". "No podemos encasillar a las personas para toda la vida por lo que hayan estudiado entre los 17 y 23 años", apuntó el vicerrector de la Universidad Politécnica de Madrid, Carlos Conde, quien añadió que la formación universitaria "no debería ser una bola que impida moverse a nivel profesional".

Así lo señaló Conde en una rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) con motivo del Encuentro 'La formación universitaria fuera de las aulas: nuevas ideas y oportunidades', en la que también intervinieron la secretaria confederal de Juventud de Comisiones Obreras (CCOO), Cristina Bermejo; el director de Relaciones Externas y Corporativas de la Universidad Autónoma, Luciano Galán, y el catedrático de la Universidad Politécnica de Cataluña, Benjamín Suárez.

En los mismos términos se expresó Suárez, quien auguró que en un futuro "tendremos que trabajar en al menos dos o tres campos profesionales a lo largo de la vida" y, por ello, se debe incorporar a los sistemas educativos "una nueva manera de entender la formación".

En este sentido, reconoció que "lo más grave" no es que haya estudios que manifiesten que un 20 por ciento de los universitarios acaba trabajando en una disciplina "completamente distinta" a su formación inicial, sino que "es peor" que los profesionales trabajen en empleos que no requieren reconocimiento académico, o que exista un número "tan elevado" de titulados que están desempleados.

Por su parte, Cristina Bermejo aseguró que realizar actividades formativas fuera de las aulas universitarias es una "buena opción", siempre que se encuentren "perfectamente reguladas". "Necesitamos vínculos formales entre la universidades y las empresas, así como organismos que controlen estas actividades para evitar fraudes", explicó la representante de CCOO, quien añadió que "nunca" un estudiante en prácticas puede sustituir a un trabajador o desarrollar un trabajo equivalente a un contrato laboral.

Así mismo, subrayó la tendencia mayoritaria de los estudiantes españoles a matricularse en la universidad, cuando la oferta del mercado laboral español responde "principalmente" al sector servicios.

"El sistema productivo no absorbe toda la demanda de titulados que tenemos en nuestro país", señaló Bermejo, quien comentó que para evitar ese "desajuste" del sistema productivo, éste "debería girar hacia sectores mucho más cualificados".