Expertos en sistemas de inteligencia artificial están estudiando la creación de perfiles falsos en redes sociales como Facebook o Tuenti que sirvan de cebo para localizar a los pedófilos que intenten atraerse a menores internautas.

Es un método desarrollado por una empresa privada de la Comunidad de Madrid que ya se ha probado en otros entornos, como las realidades virtuales del estilo de 'Second Life' y que estas tecnologías permiten adaptar a nuevas modalidades.

El promotor de la iniciativa 'Baby bot', el profesor de Ingeniería de Sistemas y Automática de la Universidad Politécnica de Madrid, José Gabriel Zato, ha explicado que este dispositivo, con el que la Policía ya ha conseguido localizar a pedófilos.

El sistema consiste en un falso 'avatar' que interactúa con los internautas que tratan de contactar con menores, como si fuera un niño que "induce" al supuesto pederasta a "cometer errores".

Zato ha señalado que además, con esta tecnología se contribuirá a generar "miedo" entre los pedófilos que, en cuanto sepan que hay usuarios falsos que les pueden enviar a la Policía, "no podrán circular con libertad".

Pero además, este método permitirá elaborar "perfiles" de los pedófilos y de sus conductas "estándar", de forma que se podrá "detectarles desde los primeros indicios". VULNERABILIDAD

El uso de la tecnología artificial para la protección de los menores se enmarca dentro de la concepción de atender a las personas "potencialmente vulnerables".

Bajo esta denominación se pretende extender el uso de las nuevas tecnologías más allá de las personas con discapacidad, y ampliarlo a colectivos que pueden sufrir vulnerabilidad, como los mayores o, en estos momentos, los afectados por la crisis económica.

Por tanto, como consecuencia de esta forma de abordar este concepto, se diseñan sistemas, por ejemplo, para ayudar a las mujeres víctimas de malos tratos mediante sistemas de detección de la proximidad.

O la implantación en la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Madrid de una tarjeta sin contacto e inteligente que almacena las características del usuario, como el idioma que habla o si tiene alguna discapacidad.

El sistema recoge esos datos y personaliza la información del transporte en función de ellas.

Por ejemplo, la locución sobre las paradas y los horarios se dirá también en el idioma del usuario, o tendrá en cuenta si es invidente o tiene alguna discapacidad.

El objetivo es, según ha afirmado el director de Ingeniería de la EMT, Juan Ángel Terrón, convertir a los usuarios en "clientes" y facilitarles el acceso al transporte, entendiéndolo más allá del mero recorrido e incorporando aspectos como la información y los servicios.

Inteligencia artificial

El presidente del Instituto de Ciencias Visuales (INCIVI), Miguel Ángel Zato, ha incidido en que los sistemas de inteligencia artificial permiten "autoaprender" de sus errores, por lo que son los que "más se parecen a la inteligencia humana".

Y José Gabriel Zato ha considerado que la crisis económica puede ser una "oportunidad" para el desarrollo de los sistemas de inteligencia artificial.

Tal y como ha dicho, "inteligencia y cooperación" son dos conceptos que van unidos.

"No puede haber una inteligencia superior que esté al margen de la sociedad", ha aseverado.

Estos expertos intervienen esta semana en el seminario 'Ingeniería inteligente para la promoción de la salud con especial atención a las personas potencialmente vulnerables', dentro de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.

En el curso se parte también del concepto de salud desde una perspectiva más amplia que la sanitaria, es decir, centrándolo en la creación de entornos y ambientes saludables.