Un estudio con participación del CSIC y la UC abre la puerta al diseño de nuevos fármacos contra la brucelosis

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), entre ellos miembros del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria, han participado en un estudio que abre la puerta al diseño de nuevos antibióticos más específicos y efectivos contra la brucelosis.

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), entre ellos miembros del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria, han participado en un estudio que abre la puerta al diseño de nuevos antibióticos más específicos y efectivos contra la brucelosis.

El trabajo se publica en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' y explica los hallazgos en relación a esta enfermedad, causada por la bacteria Brucella, que afecta sobre todo al ganado bovino y ovino, aunque también puede transmitirse a humanos.

Según explica el CSIC en nota de prensa, el estudio ha descubierto que las bacterias del género Brucella usan una proteína específica en la síntesis de los isoprenoides, lípidos esenciales para su crecimiento.

Esta proteína, bautizada como DRL, no está presente en ningún otro tipo de animal ni en la mayoría de las bacterias, lo que permitirá diseñar antibióticos muy específicos y, por tanto, más efectivos contra la enfermedad.

"Atacando esta proteína es posible inhibir el crecimiento de Brucella sin causar daños a otras bacterias presentes en el organismo y que sí son beneficiosas", tal como explica Manuel Rodríguez-Concepción, investigador del CSIC y uno de los autores del estudio.

Los investigadores han patentado la proteína, ya que puede tener importantes posibilidades biotecnológicas para sintetizar isoprenoides como el coenzima Q10, presente en muchos productos cosméticos.

Incidencia de la brucelosis

La brucelosis es la principal enfermedad humana transmitida a partir de otros vertebrados. Hasta hace poco, en España se reportaban unos 3.000 casos al año, aunque la cifra ha ido descendiendo poco a poco, pasando a 316 casos anuales de 2004 a 2007, 168 en 2008 y 147 en 2009, según señala Félix Sangari, del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (centro mixto del CSIC y la Universidad de Cantabria).

Se estima que su incidencia en todo el mundo es de unos 500.000 casos al año. Sin embargo, se trata de una enfermedad con síntomas poco específicos, lo que hace que en muchas ocasiones no sea diagnosticada, y esto puede multiplicar hasta por cinco el número de casos reales.

En cuanto a su incidencia en animales, es difícil de precisar, aunque en Cantabria se han sacrificado más de 60.000 vacas en los últimos diez años debido a esta enfermedad, y recientemente se han producido repuntes en diversas regiones españolas, como Castilla y León.

Su impacto económico es también difícil de cuantificar, según señalan los investigadores, aunque genera graves pérdidas económicas por aborto e infertilidad, así como por la puesta en marcha y mantenimiento de las campañas de erradicación. En 2008, el coste de la campaña de erradicación de la brucelosis en España fue de más de 9 millones de euros.

En la investigación han participado científicos del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (centro mixto del CSIC y la Universidad de Cantabria), la Universidad de Almería y el Centro de Investigación en Agrogenómica (centro mixto del CSIC, la Universidad Autónoma de Barcelona y el IRTA).

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