La boda de Chelsea Clinton ha sido, hasta el momento, uno de los secretos mejor guardados de los Estados Unidos. El silencio absoluto de la novia sobre su matrimonio con el joven banquero, Marc Mezvinsky este sábado no ha hecho más que aumentar el interés y las especulaciones de los medios de comunicación mundiales sobre el evento.

Según publican en Politics Daily, el bodorrio habría costado la friolera cantidad de un millón y medio de euros aproximadamente, es decir, 250 millones de las antiguas pesetas. Pero si tenemos en cuenta que las carpas por sí solas están valoradas en 150.000 euros, el resto del presupuesto ya cuadra un poco mejor.

Y es que, según el periódico Daily News, el casamiento tendrá lugar en Astor Courts, una mansión a orillas del río Hudson al norte de Nueva York. Como dato de interés, el propietario original de la casa fue Jack Astor, un pasajero que murió en el hundimiento del Titanic cuando regresaba de su luna de miel.

Además, el edificio está ubicado en un complejo de unas veinte hectáreas que incluye piscina y canchas de tenis. La mansión es del siglo XX y, de confirmarse estas informaciones, acogerá a unos 400 invitados.

A pesar de ello, se ha sabido en las últimas horas que el presidente Barack Obama no acudirá a la boda porque, según confesó en un programa de televisión, no ha sido invitado. Obama declaró que creía que los Clinton preferían que la boda fuera algo íntimo.

De momento, lo que sí se ha confirmado es el lugar de la celebración puesto que, el miércoles pasado, la Administración Federal de Aviación anunció que impondrán una restricción temporal -desde las 3 de la tarde del sábado hasta las 3.30 de la mañana del domingo- en los vuelos que pasen cerca de la ubicación de la ceremonia.

Más misterios

Lo que tampoco se sabe sobre 'la boda de América' es cómo será el matrimonio. Recordemos que el novio es judío y la novia cristiana. Sin embargo, hace un año Marc llevó a Chelsea a la sinagoga durante la festividad del Yom Kippur, razón por la que se ha especulado que tal vez la novia se convierta al judaísmo.

Otro misterio es el diseñador del vestido, aunque hay dos hipótesis que se barajan. Mientras unos apuntan a que será el prestigioso Oscar de la Renta el encargado de vestir a la novia, otros se inclinan hacia la favorita de muchas, la estadounidense Vera Wang.