La Policía Nacional ha detenido en lo que va de año 2010 a un total de 15 personas en la provincia de Sevilla, incluida la capital, acusadas de actuar como intermediarias en la estafa informática denominada 'Phishing', llevada a cabo principalmente por ciudadanos de países de Europa del Este y consistente en sustraer a través de Internet dinero de las cuentas bancarias de personas anónimas para hacerlo llegar, en metálico, a los líderes de las organizaciones criminales.

En una nota de prensa, la Policía Nacional explicó que las 15 personas detenidas están imputadas de un delito de estafa y blanqueo de capitales al servir de intermediarios en estas operaciones que se vienen realizando en España desde hace tiempo.

Según la Policía, los presuntos autores de esta estafa pertenecen a organizaciones criminales asentadas en países de Europa del Este, quienes obtienen, a través de diversas técnicas, las claves de acceso a cuentas de banca electrónica de ciudadanos anónimos para, a continuación y mediante una tercera persona, transferir dinero de esa cuenta a la de los intermediarios, conocidos como 'muleros de Internet'.

Dichos intermediarios reciben, en unas cuentas corrientes creadas por ellos mismos, las cantidades sustraídas a las víctimas de la estafa, generalmente inferiores a 3.000 euros, las extraen y las envían en metálico a través de diferentes entidades a los cabecillas de la organización, recibiendo como beneficio entre un cinco y un ocho por ciento de cada envío.

Los 'muleros', que coinciden en ser españoles en una situación económica precaria, son captados a través de falsas ofertas de trabajo emitidas por empresas ficticias, anuncios en páginas de ofertas de empleo y la creación de portales de Internet con dicho fin.

Para evitar participar en estas estafas, la Policía Nacional aconseja no aceptar ofertas de trabajo recibidas a través de Internet, sin que exista un contrato legal, desconfiar de aquellos trabajos en los que se ofrece un sueldo excesivo por la actividad realizada, no prestarse a recibir dinero en cuentas corrientes propias, así como no facilitar las claves de acceso a las cuentas bancarias ni por correo electrónico ni en páginas webs de cualquier tipo, salvo las del propio banco.

Por último, la Policía recomienda consultar con la entidad antes de introducir las claves por Internet si se observa alguna anomalía en el portal de la entidad bancaria y utilizar programas actualizados de protección de ordenador y de acceso a Internet, programas antivirus y cortafuegos.