La asociación el Defensor del Paciente ha criticado que la investigación por el antitumoral aprepitant que se administró en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla como uso compasivo a un grupo de pacientes desde 2003 y hasta el pasado 2009 "se cierre ahora sin sanciones", después de que el SAS abriese una investigación el pasado mes de abril, a instancias de que el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, advirtiese de un supuesto "trato de favor" en el uso de dicho medicamento.

En un comunicado, esta asociación reprochó el "cierre sin sanciones" de esta investigación, al argumentar el SAS "que las actuaciones irregulares han prescrito", criticó. Además, recordó que el primer uso de este antitumoral se remonta a 2003, cuando el fármaco se dispensó con este fin a un niño de cuatro años afectado por un linfoma, mientras que el último uso con tales fines fue a finales del pasado año 2009.

Según esta asociación, la información reservada de esta investigación interna del SAS "concluye que no se puede entender que se haya incurrido en una conducta susceptible de un procedimiento disciplinario" contra los especialistas que emplearon tal fármaco "ni ningún otro profesional del hospital".

Con todo, el Defensor del Paciente sostiene en su comunicado que el equipo que ha analizado los casos "cree que el medicamento se dispensó en dosis mucho más elevadas de las permitidas, en algunos casos hasta 20 veces superiores a las probadas oficialmente, así como para un uso no autorizado en su ficha técnica".

"Además, ha constatado que esta dispensación no cumple los requisitos básicos de la ética profesional, tal y como ya observó la comisión ética del centro", prosiguió el Defensor del Paciente, para quien la investigación interna "ha dejado entrever que en la dispensación del aprepitant como antitumoral funcionó mucho el boca a boca".

Así, alude al hecho de que "la mayoría de los enfermos eran familiares de médicos del Virgen del Rocío, que sabían que un grupo de investigadores del centro estudiaba el efecto anticancerígeno del medicamento".

Agregó que, "del interior del hospital, sobre todo de personal de la unidad de Oncología, salieron también los primeros testimonios que alertaron a los responsables del Virgen del Rocío de que se estaba dispensando el medicamento para un uso no autorizado".

Ya para entonces, recordó esta asociación, "varios oncólogos del centro se habían ya negado a prescribir con fin antitumoral el medicamento", por lo que una de estas negativas llevó a la madre de un enfermo de melanoma a acudir a la Oficina de Chamizo "para denunciar trato de favor, porque a su hijo le negaban el fármaco mientras a otros, según esta mujer, se lo estaban dando".

Sea como fuere, en todos los casos el fármaco se dispensó mediante la fórmula de uso compasivo y con la autorización de la Agencia Española del Medicamento. Según dijo Salud, "sólo tres de los pacientes que lo tomaron siguen vivos, aunque no hay evidencias científicas que indiquen si la supervivencia puede tener algo que ver con ese uso del aprepitant o más bien con otros tratamientos convencionales", según recoge el Defensor del Paciente de declaraciones efectuadas por la Administración sanitaria.

Aún así, este asociación ha instado al Fiscal Superior de Andalucía, Jesús García Calderón, a que tome cartas en el asunto, al entender esta asociación que "como la via penal no esta prescrita, puede recabar información de las irregularidades e investigue y depure responsabilidades en un caso que no debe cerrarse en falso".