La Consellera de Agricultura, Pesca y Alimentación, Maritina Hernández, ha firmado este jueves un convenio de colaboración con los alcaldes de los municipios valencianos de Fontanars dels Alforins, Moixent y la Font de la Figuera para la puesta en marcha de un eje del vino que "potencie el desarrollo económico, la agricultura y la puesta en valor del territorio, a través de un Plan Integral de Valorización del Patrimonio Enoturístico y Rural", según ha informado la Generalitat en un comunicado..

Maritina Hernández ha destacado que el objetivo de este proyecto "integrador", que supone una inversión superior a los 3,1 millones de euros, es "abrir nuevas vías para el desarrollo socioeconómico, el empleo y la competitividad de estos municipios y sus comarcas poniendo en valor uno de sus principales activos como es la viticultura y todo un entorno cultural, patrimonial y paisajístico vinculado a esta actividad".

La consellera ha resaltado que se trata de "una apuesta conjunta del sector público y privado por dinamizar una zona rural, eminentemente agrícola, con un gran potencial para la creación de oportunidades para la población que son compatibles con la actividad agraria".

Por ello, se pretende "incentivar la iniciativa privada potenciando acciones que tengan como eje el mundo del vino, apostando por instalaciones y servicios de gran calidad que sean acordes con las demandas del mercado". En este sentido, ha querido reconocer la implicación total de los empresarios y las cooperativas vinícolas de los tres municipios.

Durante su intervención, ha subrayado que el impacto de este proyecto de enoturismo "va más allá de ser una opción para mejorar la rentabilidad de la actividad vitivinícola", ya que va a suponer la creación de "una imagen de marca ligada a valores de calidad y excelencia con los que se identificarán todos los atractivos que ofrece esta zona geográfica, desde la hostelería y la restauración a la gastronomía o el comercio".

La creación de este eje del vino se enmarca en las políticas de Desarrollo Rural de la Generalitat y se basa en "el consenso y la participación" de ayuntamientos y bodegas. De este modo, a través de la ayudas, los municipios crearán puntos de información; acondicionarán rutas viarias y de senderismo que conecten los tres términos municipales y faciliten el acceso al patrimonio arqueológico, aquitectónico y paisajístico; y se mejorará el equipamiento de infraestructuras turísticas y museísticas.

Las bodegas podrán acometer actuaciones destinadas a promocionar la cultura del vino; dotarse de instalaciones para que puedan acoger la celebración de catas, degustaciones y otros eventos relacionados con la promoción de los caldos, como salas de catas, salas de barricas y de exposiciones; y crear de nuevas plazas de alojamiento para fomentar el turismo.

El territorio objeto de actuación se ubica entre dos comarcas: La Costera y La Vall d'Albaida, un arco situado al sur de la provincia de Valencia y limitando con las de Albacete, Alicante y Murcia que, constituye un enclave dotado de "unos considerables valores intrínsecos como es el paisaje de la zona", según el Consell.