El propietario de la inmobiliaria Contsa —empresa declarada en suspensión de pagos—, José Salas Burzón, actualmente en libertad aunque imputado por los presuntos delitos de estafa piramidal, administración desleal, falsedad contable e insolvencia punible, ha solicitado al Juzgado de lo Mercantil número 1 de Sevilla que requiera a los administradores concursales para que expliquen por qué no han hecho frente al pago de las hipotecas de muchos de los bienes inmuebles de la inmobiliaria.

Salas, que compareció este miércoles ante un grupo de periodistas junto a su abogado, Tulio García O'Neill, explicó que los administradores contaban en la cuenta corriente con entre tres y diez millones de euros para hacer frente a estos préstamos hipotecarios, pero, sin embargo, no han abonado los mismos, lo que, según dijo, está motivando "numerosas" ejecuciones hipotecarias, con el consiguiente "detrimento" en el patrimonio de Contsa.

En este sentido, puso de manifiesto que todo ello se ha debido a "una mala gestión" por parte de la administración concursal, la cual "ha tratado a la empresa desde el principio como si no tuviera ninguna viabilidad, pues como hay un delincuente, se coge el patrimonio, se liquida y ya está". "Se trata de un patrimonio inmobiliario que, bien gestionado, se podría haber ampliado antes de que se sacara a subasta", apostilló.

Tras advertir de que, en este caso, "queda mucho por jugar todavía, pues sólo se ha jugado el primer tiempo, pero queda un segundo tiempo, el descuento, la prórroga y, a lo mejor, hasta los penaltis", Salas consideró que, con la actuación de los administradores, "al final va a haber menos patrimonio del que había antes". "Se tenían que haber dedicado a administrar, y precisamente eso no lo han hecho, pues si no podían pagar las hipotecas, por lo menos podían haber alquilado o vendido esos bienes", añadió.

"ya está bien de que yo sea el único malo de la película"

Incluso, el dueño de Contsa advirtió de que, en virtud de la información que su representación legal vaya recabando, podrían optar por dirigir las acciones judiciales "oportunas" contra los administradores, ya que "ya está bien de que yo sea el único malo de la película, pues a lo mejor hay más malos de la cuenta y no sólo yo".

Refiriéndose a los bienes inmuebles de Contsa, citó el edificio ubicado en la calle Lasso de la Vega, tasado por los administradores concursales en 3,8 millones de euros y que saldrá a subasta el próximo día 20 de octubre junto a un local ubicado en la calle Júpiter, asegurando que, por el primer edificio, "he recibido cuatro y cinco ofertas por más de diez millones de euros, ya que además de ser bonito, dispone de metros, por lo que a ese inmueble se le podría haber sacado algo".

"Se está devaluando el patrimonio", agregó José Salas, para añadir que Contsa también contaba con un piso con garaje en el municipio sevillano de Gelves sobre el que pesaba una hipoteca de 200 euros mensuales, por lo que se preguntó si ese dinero "no se podría haber pagado antes de permitir que salga a subasta", concluyendo que "se está llevando a la empresa a una liquidación". Así, abogó por analizar "qué patrimonio había cuando se presentó el concurso, y cuál hay ahora, pues como mínimo debería haber el mismo".

De su lado, el letrado de José Salas explicó que, en el momento de iniciarse el procedimiento concursal, el patrimonio de Contsa "era muy importante", pero ahora "nos hemos encontrado con la muy desagradable sorpresa de que existen montones de procedimientos hipotecarios ejecutando los bienes", lo que llevará a que "en el plazo de unos meses el patrimonio de la empresa, si no ha desaparecido, prácticamente haya desaparecido".

Estado de tres de las promociones

En el escrito elevado al juez, se pide también información sobre el estado de las promociones de Almonte (Huelva), Villamanrique de la Condesa (Sevilla) y de la calle Amor de Dios de la capital hispalense, de las cuales, según este abogado, "nos consta que sólo la primera se está desarrollando", recordando en este punto que el concurso "tiene dos maneras de acabar, una por la vía de la liquidación haciendo frente a los acreedores con el producto sacado de los bienes, y otra por medio del convenio".

En esta línea, explicó que el hecho de que no se hayan abonado las hipotecas "supone un trastorno tremendo", y adelantó que, "en el caso de que se den los requisitos para que la administración concursal sea responsable de una actuación no correcta, se le exigirán las responsabilidades que correspondan y que estén marcadas por las leyes mercantiles".

José Salas también se refirió a su permanencia en prisión, donde permaneció desde el día 3 de octubre de 2008 hasta el pasado día 23 de junio, asegurando que tuvo la suerte de que, de manera rápida, lo destinaron a la biblioteca, encontrándose en un módulo de estudio donde se le permitía estudiar e incluso tener ordenador, con el que aprovechó para estudiar inglés.

"Uno de los grandes problemas en la cárcel es estar ocupado para no pensar en la familia", añadió José Salas, quien puso de manifiesto que "el día que mejor y peor lo pasaba era precisamente cuando iban a verme mis hijos". "En ese momento era muy feliz, pero cuando se iban te dabas cuenta de la realidad", indicó, concluyendo que "lo más importante para sobrevivir en prisión es crearte un mundo donde no exista el exterior".