El conseller de Interior, Joan Saura, el alcalde de Lleida, Àngel Ros, el delegado de la Generalitat, Miquel Pueyo, y el secretario general de Interior Joan Boada, han depositado este miércoles un ramo de rosas en el monolito del centro de Emergencias de Lleida que recuerda a los cinco bomberos muertos en Horta de Sant Joan el 21 de julio de 2009.

Han depositado el ramo en un impresionante silencio, en el que sólo se escuchaba el sonido de los flases de los fotógrafos, que han captado también el momento en el que han depositado otro ramo los compañeros del Grupo de Refuerzo de Actuaciones Forestales (GRAF), el cuerpo de élite al que pertenecían los cinco bomberos fallecidos: Ramon Espinet, Jaume Arpa, David Duaigües, Jordi Moré y Pau Costa.

La mayoría de las cerca de cincuenta personas que acompañaban a Saura en el monolito junto a la encina plantada en octubre para recordar "a los bomberos que no han vuelto", como reza la placa, eran políticos o bomberos con mando.

A cuatro metros, junto al edificio del parque, había un grupo de bomberos sin cargo y en uno de los edificios del centro colgaba la pancarta de protesta con la que desde junio algunos compañeros protestan porque Interior no haya asumido responsabilidades en el incendio de Horta de Sant Joan.

Ningún político ha querido hacer declaraciones ni valorar la ausencia de familiares en el homenaje.

Fuentes de Interior aseguraron a Europa Press que la Conselleria no lo interpreta como una molestia sino como la voluntad de que las familias quieran hacer homenajes íntimos. En este sentido, aseguraron que les gustaría que todos hicieran lo mismo y no hubieran visto lo que se ha visto en los medios.

Dolors Espinet, hermana de uno de los fallecidos, está presentando estos días su libro La veritat crema (La verdad quema) sobre el incendio.

Las mismas fuentes ha explicado que el herido grave, Josep Pallas, sigue recuperándose, aunque estos días están siendo difíciles para él.